Un espacio de viajes entre la música y palabras

Es que una vez más la música es la responsable

lunes, 25 de julio de 2011

El hombre tranquilo?

El hombre tranquilo es una película de John Ford con el gran John Wayne y el más grande aún Barry Fitzgerald, es mi película favorita desde hace muchos años, tantos que no recuerdo si hubo una anterior. Realizada en el año 1952, en la última década prodigiosa de Hollywood, narra la historia de un boxeador irlandés que vuelve a su pueblo natal huyendo de la violencia de su profesión. No contaré la película porque quien no la haya visto ya está tardando.
La cuestión es que después de el maremoto nipón (otro título posible para la entrada anterior), nos dirigimos de nuevo a la Trini para ver a Cassandra Wilson, esa diosa de ébano para decirlo con lenguaje de ¿periodista? deportivo casposo, no teníamos que apurarnos demasiado porque había suficiente tiempo como para llegar a tiempo y suficiente poco como para no elegir buena localidad, llovía (esto es Donosti, leches!!!)pero ya sabíamos que eso no disuadiría a nadie que tuviera la fortuna de contar con una entrada. El camino se hizo al vuelo, o sea flotando, el impacto de Hiromi no había cedido ni un ápice y ambos nos encontrábamos en feliz estado de shock... La mina, joder como ha estado la mina.
Mi natural optimismo (quién se acuerda de aquella voz interior tan agorera????) me hacía concebir esperanzas de que hubiera un trueque en el orden y en vez de ir Cassandra después de Avishai Cohen (efectivamente es judío, israelí para más señas) fuera al revés, en el Kursaal una amable voz femenina había anunciado por megafonía que con motivo de la lluvia algunos conciertos cambiarían el orden, y la noche anterior eso mismo había sucedido en la Trini. Esa posibilidad nos hubiera permitido asistir a los conciertos íntegros de Cassandra y de Garbárek, pero ...
Momento en el que anuncian que Avi actuará en breve
He comentado que llovía? Y qué regalaban chubasqueros? Y que Carlos odia mojarse la cabeza (creo que se quitó la caputxa (toque euskaldun) para la foto pero normalmente lleva triple protección)
LLegamos al recinto, encontramos un buen par de sillas mojadas y nos hacemos con unas katxis (el único defecto del Kursaal es que es abstemio y antitabaco, y nos disponemos a ver que ofrece el contrabajista israelí, que nadie ose imaginar ningún tipo de antisemitismo musical por mi parte, el hecho de que los pueblos genocidas me caigan tremendamente mal no significa que abomine de sus obras artísticas a priori, mi devoción por Matisyahu y mi simpatía por David Broza anulan cualquier posibilidad de idiotizarme en ese aspecto.
Y lo de la peli ¿A qué venía?, retomo el hilo, no todo puede salir perfecto y Avi salió en primer lugar, nos lo presentan como una sensación musical, un tipo que ha encontrado un camino propio en la fusión de elementos jazzísticos, mediterráneos (el hdp se permite tocar aires magrebíes o palestinos que viene a ser muy parecido, o sea árabes), españoles y no sé cuantas cosas más, y que está explorando caminos como vocalista y como .... .
Avi al aparato, caputxas puestas, el peor momento de la Trini
Pues el tipo aparece y tiene el aspecto de un hombre tranquilo (un físico que recuerda al actor Jason Strathan) y por mi cuenta me encomiendo para que se parezca en lo del volcán interior que tenía el personaje de John Wayne, es un bajo líder de la banda, eso por norma general es mal negocio, el sonido y función del bajo se aleja mucho de los focos y uno tiene que ser muy bueno y sobre todo muy humilde para hacer una cosa así, humilde para hacerse acompañar de os músicos que sean como mínimo tan buenos como uno y dejarles el protagonismo que les toca. En fin, Avi ni lo uno ni lo otro, ni es tan bueno (algún momento con el arco produce cierta vergüenza ajena) y sobre todo no es nada humilde. En sus primeras tres canciones (es tan pop el chaval que prefiero llamarlas canciones) que son normalitas, el sonido no acaba de arrancar, no hay swing, no hay magia, se monta tres solos de bajo, sosos y sobre todo !!!iguales!!!, el tipo tiene un solo y le encanta escucharse interpretarlo. A estas alturas nos miramos Carlos y yo y decidimos que hemos bajado a segunda división, y eso, cuando vienes de ver una final de Champions es muy pobre. A mi derecha se encuentra una pareja, de mediana edad y vamos comentando y eso, Arantxa y Julen (por decir algo). Arantxa me dice que a ella sí que le gusta porque le gusta ¿la música intimista? pero que los solos le aburren, es muy graciosa, uno diría al verlo que tiene la pinta de maruja más maruja  que se pueda imaginar, la veo más frente a la estantería de las bebidas riñendo a Julen por coger demasiadas botellas que asistiendo a un concierto de Jazz, pero no hay que engañarse, esto es el festival de una ciudad que lo vive como suyo y el público es el mismo que te cruzas por la calle, hay de todo, grupos de abertzales combativos que se camuflan con humos prohibidos, parejas jóvenes, abuelas con nietas, universitarios peperos y sobre todo donostiarras enamorados de su ciudad y de su festival (ni decir tiene que guiris hay, esos siempre están en todas partes donde pasa algo, mucho francés lógicamente y de otras partes). En la charleta con Julen y Arantxa me comentan, y no es la primera vez en este viaje, que han estado en Ondarribi (Arantxa no dice Ondarribia¡, le quita la "a" como a Donosti) en el festival de Blues que se celebra un par de semanas antes del Heineken Jazzaldia (nombre oficial del festival de Jazz de Donosti), le digo que por supuesto que intentaremos acudir el año que viene y los que sea, no solo porque sea todo gratuito (ese punto a Arantxa le parece casi erótico) sino porque nos enloquece el Blues y no hay tantas ocasiones para oírlo del bueno. yY seguimos charlando, y dejando que el trío se vaya y esperando que Cassandra no tarde demasiado para no perdernos mucho de nada.
Y el hombre tranquilo, en las maneras, en los resultados, al final no se parece en nada a el de mi película, sólo es un tipo gris que tiene una excesiva valoración sobre si mismo.

2 comentarios:

  1. No puedo pasar la ocasión de hacer una mención especial para el silencioso Carlos. Ya le comenté telefónicamente que espero que en las próximas imágenes fotográficas intente sonreir un poco más. No creo que quede suficientemente reflejada en ellas la extrema calidad humana del personaje, ni su carácter ni su bondad. Así lo digo, así lo pienso.

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  2. Moltes gràcies, Ferran, per fer-me compartir aquest viatge amb vosaltres. I per ser capaç de transmetre un entusiasme i coneixement profund en una música, el jazz, que era, i encara és, molt desconeguda per a mi. Prenc les notes corresponents per poder ampliar el meu interés. Enhorabona a tots dos per a saber compartir les coses bones de la vida.

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