Un espacio de viajes entre la música y palabras

Es que una vez más la música es la responsable

sábado, 11 de febrero de 2012

Cantos de vino, y hierro

Una gripe algo salvaje me ha tenido en una situación muy poco habitual en mí, he estado más de 72 horas sin escuchar música, nada, ni un pequeño interludio de barroco para acariciar mi mente revolada ni un soplo suave de la trompeta del maestro que amansara mis neuronas traqueteadas por la fiebre, la amusicalidad continua, desconcertante y buscada. Podríamos llamarlo daños colaterales del síndrome febril.  El advenimiento del virus fue tan salvaje como inesperado, el lunes llegaba a casa con música y en un par de horas me encontraba en la cama, aterido de frío y aturdido como un polluelo arrancado del huevo a destiempo, así y todo no advertí el trancazo hasta las cinco de la madrugada, y en esa hora tan claroscura lo supe, tenía gripe. Estos tres días han sido, como suele ser habitual en estos procesos, la constatación de ver lo frágiles que somos cuando el cuerpo nos flaquea, un deambular sin barruntar, un pasar sin fluir, horas amontonadas sin más sentido que dejarlas pasar, átonas y dolientes.
Que esto se llame pasión... tiene miga
Ayer, con la mejoría, fui consciente del silencio musical y pensé que la "rentrée" debía estar a la altura de una circunstancia tan extraordinaria, no logré recordar la última vez que mi cabeza estuvo yerma de estímulos musicales durante tres días, años muchos, décadas es posible, y fui consciente de la magnitud del momento, el reencuentro sería estudiado de forma detallada, incluso pejiguera, nada de retornar con cualquier cosa escuchable, cuando se rompiera el racionamiento debía hacerse con manjares del más alto nivel y que contuvieran una coherencia entre sí. Acerca de la primera pieza no tenía dudas sobre el autor, pero sí sobre la elegida, no es difícil adivinar que So what era una candidata ideal, pero Davis tiene tanto para un momento así que repasé con mudo y mental deleite unas cuantas de las alternativas aceptables: All for you del Seven steps.... o tal vez Conception del Birdland sessions....  o si convenía entrar sin anestesia el brutal Honky tonk del Get up with it o... o ... Sería Davis, y si no me decidía ya me decidiría (la mente crea deliciosas contradicciones cuando se dilata). 
Si lo pienso, él siempre estará
Bach tenía que sonar, no había duda, en mi idea de crearme una lista de reproducción para la mañana siguiente era impensable que algo como las Godberg (variación 21 a 26 de Gould 1955) o la Allemande de la suite 6 para cello (Wispelwey o Beschi) o la monumental Kommt, Ihr Töchter, Helft Mir Klagen de la Pasión según san Mateo de Herrewege (estudio o directo... mmmhh) o la Chacona de Heifetz o Mullova. Cuando supiera lo de Davis sabría lo de Bach, y Fripp, claro, del guitarrista tenía certeza sobre el tema, Sailor's tale, pero no la versión. Ya vería.
Wagner aparecería con la Obertura del Tanhauser de Solti, hay mucho para elegir pero esa era perfecta para que sonara mientras me reintegraba a la vida normal, la Filarmónica de Viena rugiendo majestuosa en mi cabeza era imprescindible.
Más tarde sonaría el Just like a woman de Dylan, el poeta ha escrito un sinfín de obras maestras pero para mí no hay otra que me produjera tanto impacto desde su primera escucha y hasta la fecha. Después uno de sus hijos me estremecería con similar tacto, Ryan Adams y el candente Come home del Ashes ....
A todo esto ya debería estar llegando a trabajar y mi cabeza se habría debido recolocar sin remedio o... tal vez hubiera pasado de parada para no interrumpir la experiencia. El diseño de la audición fue placentero y algo cansado, dejé que el tiempo se echara encima y pospuse para la mañana la manufactura de la lista.
El azar aporta su decisión, soberbia decisión
Y esta mañana, con los ecos de la dolencia demasiado presentes en mi comportamiento, me he encontrado sin darme cuenta, camino del autobús y con los cascos puestos y...
Todo la parafernalia mental empleada en la creación del momento ha mostrado su inutilidad, estaba sonando música maravillosa en el Ipod que no tenía nada que ver con todo lo previsto. La risa en plena calle de un tipo trajeado con aspecto algo desubicado y cascos ha capturado unas cuantas atenciones, es que la gente va muy aburrida por la calle, y por la vida.
Iron and wine!!! el reproductor se quedó en lo que estaba escuchando el último día que estaba en "activo" y su Kiss Each Other Clean (2011) recién arrancaba, la voz poderosa de Samuel Beam que ya glosé en una entrada anterior entonaba la maravillosa y vitalista Walking far from home
I've dreamt of that sound, dreamt of that sound
I was walking far from home
But I carried your letters all the while
I saw lovers in a window
Whisper, "Want me like time, want me like time"
Samuel con su guitarra
Yo también soñé con un sonido, pero soñé más con el efecto de ese son y, cambiado por azar, el sueño se cumplía.
La experiencia silenciosa me ha permitido escuchar, como por primera vez, este fantástico trabajo de IaW y, a pesar de que tengo hasta cuatro entradas a medias por acabar, no quería dejar pasar la ocasión de recomendar de nuevo, de reivindicar una vez más, lo maravillosa que es la música Farmer, ese género que inventé para ubicar a un un tipo con una guitarra, a veces algunas cositas más, y su voz para contar historias, intimistas, locas, tiernas o salvajes, o tal vez todo a la vez, para aferrarnos al ritmo del planeta o de nuestra vida, para hacerla mejor y para permitirnos afrontar un viernes convaleciente con el mejor de los ánimos, hay tanta música para disfrutar y tan pocos los momentos en los que ésta no pueda colarse en nosotros que podría concluir que es un crimen no abonarse sin freno a ella. 
Sea Iron o Estopa, Beethoven o Serrat, Clash o Dj Krush, sea lo que sea que se goce, sea bienvenido.

11 comentarios:

  1. Me alegro de que te hayas recuperado. Echaba de menos tus entradas.

    Cuídate mucho!!

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  2. Por cierto, yo habría elegido el Honky tonk :))))))

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  3. Hola Paz,
    Muchas gracias por el comentario, la verdad es que estoy en una época un poco "brumosa" y no consigo rematar las que tengo en marcha, esta salió de un tirón porque era muy concisa.
    Honky tonk siempre se puede elegir ;-)
    Un abrazo

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  4. De las cenizas renace el ave fenix, así como el hombre valiente supera la gripe...Salud camarada!!! Por cierto, El comentario de Paz, a quien saludo cordialmente, me recuerda la maravillosa película de Clint Eastwood, Honkytonk man. Es así el título? Bien, Ferran, hasta pronto.
    Xavier

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    1. Hola Xavier,
      No es la entrada que estás esperando pero salió así sin más, la otra ya llegará. Home!!! mucha valentía no he necesitado para superar la gripe, en realidad lo único que he tenido que hacer es: nada.
      En efecto el título es así pero tiene poco que ver con el adrenalítico blues que se marca Davis ;-)
      Un saludo

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  5. No podríamos vivir sin música , sin información, sin escribir, sin deporte , sin internet ..... Me alegro que estés bien, con estos fríos cualquier cosa es posible, saludos

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    1. Hola Manuel,
      Sin todo ello seria sobrevivir o... encontrar otros ámbitos vivenciales (pero existiendo estos...).
      Gracias por la visita y el comentario.
      Saludos

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  6. Félix Amador me envía este correo:

    Saludos, Ferrán.

    Me ha gustado por intimista tu última entrada. Me he sentido identificado en otra línea, pero identificado. Sin embargo, el blog no me deja enviar un comentario. Lo pongo, parece que se lo "come" pero no aparece. No sé si será la configuración de mi pc.

    El comentario era algo así:

    Es curioso que la música tome decisiones por ti, como hace la vida.

    A mí me ocurre a menudo que pongo una música para sentirme de una manera y el resultado es totalmente diferente, si no el contrario. Hay un componente emocional en ciertas grabaciones que actúan como reactivos químicos según mi estado de ánimo, arrojando resultados distintos según mi propia química del momento. Pero yo soy de letras y no acabo de comprenderlo.

    Un saludo.

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    1. Hola Félix,
      Espero que soluciones la dificultad con los comentarios y pueda contar con ellos cuando la entrada te los sugiera.
      Lo que comentas sobre el componente emocional en la música (en aquellas grabaciones que te llegan con mayor intensidad) es una forma bastante usual, obligada entre los melómanos, de la sinestesia y puedo asegurarte que la "sufro" con gran intensidad. La capacidad neurológica de trascender el sentido que recibe el impulso y hacer partícipe a otros sentidos de ello es algo que nos hace devotos de la música, nos permite cobijarnos, volar o simplemente recuperar una sonrisa cuando se hace necesaria.
      Un saludo

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  7. Te voy a contar una anécdota (que, mira por donde, creo que luego pegaré en mi blog de Miles and Trane, cuento con tu permiso) porque me la has recordado y me he echado uns risas. Cuando aún trabajaba, nunca estábamos fijos, cada cierto tiempo (un par de años generalmente) nos íbamos a la calle unos meses, nuevo concurso de méritos, y los de siempre otra vez dentro. Supongo que es una táctica empresarial que nos suena a muchos, verdad?
    El caso es que me encontré con un amigo al que llevaba un par de meses sin ver, y cuando le dije que volvía a estar en el paro, pero que sin problema, era lo de siempre, me preguntó, lógicamente, que a qué me dedicaba. Mi respuesta les tuvo a él y a su amigo retorciéndose de risa durante 15 minutos. Pues lo que les dije fue "A manipular mis estados emocionales mediante Coltrane". Sí, ya sé que es una respuesta que no resulta muy comprensible salvo que seas un enfermito como nosotros, pero sé que por lo que has contado en este artículo, te identificas y lo entiendes. El rango de estados anímicos que puede provocar la audición de diferentes temas de Coltrane es extraordinario. Si saltas de un disco como "Lush Life" a "Ascension", es como pasar de Júpiter a Mercurio, el cambio anímico es brutal, saltas de la conocida placidez de un jazz hard-bopero, a una intensidad brutal que parece va a romper todos los tendones de tu cuerpo. Si tras 2 escuchas seguidas de "Om" (algo que no creo que nunca pueda repetir) te desplazas al clasicismo de "Coltrane Plays the Blues", además de que por momentos piensas que te has equivocado de disco y de autor, de repente descubres que tus manos y pies tienen ritmo y eres capaz de bailar y no de estar tumbado en el sofá en estado de Shock. Sí, a aquello me dedicaba, por supuesto hacía más cosas, pero cuando estaba en casa dedicaba el mucho tiempo libre a manejar mis sentimientos de una forma sistemática y estudiosa. Ya lo era, pero desde entonces soy mucho más consciente del influjo que la música puede ejercer sobre nuestra psique y nuestros sentimientos. Una vez que tuve que coger un taxi para un desplazamiento relativamente largo, una media hora o así, el taxista llevaba puesto a todo volumen un CD de "La oreja...". Me creerás si te digo que hasta que volví a mi casa y pude poner algo de buena música, estuve todo el día de mala ostia.

    Sobre lo del disco de "recuperación de sistema" tras una crisis (en mi caso depresivas, de salud física soy un torito) yo siempre pongo "A Love Supreme", no porque sea mi disco favorito ("In a Silent Way" de Miles y "Crescent" del propio 'Trane ocupan ese lugar) sino porque sé que con ese disco John quiso esparcir por el mundo su inmenso amor a Dios y a toda la humanidad, y eso hace que sea el disco al que siempre recurro cuando una tremenda fase depresiva (que parece que con esta nueva pauta de medicación van a ser historia) me ha tenido una temporada prácticamente paralizado en cama, y desde luego con el apetito musical a cero.

    Bueno, te he soltado un rollo monstruoso, pero que creo que venía a cuento, no?

    UN ABRAZO Y A SEGUIR BIEN !!

    Mario

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    1. Hola Mario,
      Me parece genial la frase de "Manipular mis estados emocionales mediante Coltrane", expresa con mucha finura una manera de vivir la música.
      Mi relación con el A Love Supreme es bastante especial, durante años fue el único Trane que escuchaba con asiduidad, el Crescent es otra cosa, no sabría decir si es más favorito o no, tengo menos trabajado el tema, ya sabes que en mi caso Miles arrasa con todo, en cualquier caso son dos monstruosidades con un poder brutal para conferirnos camvios emocionales y anímicos.
      Me parece estupendo que sueltes "rollos" y por supuesto que los cuelgues donde te parezca :-)
      Un abrazo

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