Un espacio de viajes entre la música y palabras

Es que una vez más la música es la responsable

jueves, 11 de agosto de 2011

Recomendar un disco no escuchado?

Hoy va a hacer calor, la mañana es luminosa y en cuanto se aposente el sol en lo alto vamos a tener un día de agosto de manual. Suena Jarret bajito, los niños duermen y en la urbanización no se debe transgreder la elemental cortesía sónica.
Todos estos preámbulos no son más que meandros mentales en busca del tono pretendido para esta entrada, ayer me quedé apabullado por el número de visitas al blog y el objetivo de mantener el grado de interés alcanzado se ha convertido en una ilusión no desdeñable.
Dentro de esta bella portada Miles electrifica el Jazz y lo cambia, una vez más
La entrada la pensé hace unos días cuando descubrí el magnífico blog del polifacético Félix Amador-Gálvez (Jazz, ese ruido), en él leí la crítica de un trabajo de un trío desconocido para mí y que, siendo coherente con el título de la entrada, aún no he escuchado. El Obradec Trio, un grupo español formado por Cesar Diez, bajista vallisoletano, el pianista Rubern Villadangos y el batería Antolin Olea, presentan una grabación de Jazz Rock, un género que inventó Davis a finales de los sesenta cuando, empapado de la actualidad como en toda su carrera, electrificó el Jazz.
La portada no invita, invito yo (y Félix)
Hasta aquí nada sería noticia, el Jazz Rock produce innumerables trabajos desde entonces y unos cuantos de grupos españoles, o sea que el acontecimiento sería tan destacable como arena en la playa. El grado de interés crece porque el disco lo recomienda Félix, y el tipo tiene bastante buen gusto por lo que le he podido leer, pero antes de comprobar personalmente la calidad de esa música aún no sería motivo de estar aquí, en los albores del blog postdonosti (nada menos). Mi recomendación a que sea escuchado proviene de dos referencias que los tracks del disco contienen, resulta que los chicos estos se descuelgan con un tema llamado Bach en 7, coño!!!, Johan por estos lares???, el dios absoluto de la música barroca y de todos los tiempos paseando en este territorio tan aparentemente alejado (por eso le llaman Jazz Fusion, no?), pero la sorpresa no queda ahí, el coqueteo con la música clásica es una constante en el Jazz de las últimas décadas, lo realmente impactante para mí es leer que el cuarto tema es Lark's tongues in Aspic (part two), ufff, eso son también palabras mayores, una versión de King Crimson, el grupo del guitarrista más emblemático de mi discografía, a la que no le faltan guitarmen de culto. El tema pertenece al quinto disco de la carrera de KC, es el que cierra la obra, me permito mencionar dos curiosidades al respecto, una muy cutre, apareció en la banda sonora de Emmanuelle (qué cosas tiene los pastiches!!!, ni que decir que fue un plagio no consentido por Fripp y que ganó la causa en los tribunales, faltaría más) y la otra más culta, Fripp ha comentado en alguna ocasión que el ritmo inicial de guitarra está inspirado en La danza de los adolescentes de La consagración de la primavera, el ballet de Stravinky (la música entrelaza disparidades, algunas hermosas).
Este par de datos enmarcados en mi trayectoria musical convierte en obligado el título de la entrada. Hay que escuchar este disco!!!, otra cosa será el resultado, puede decantarse por quedar como una referencia curiosa pero tipo Emmanuelle, o no, resultar un descubrimiento brillante, tipo Stravinsky, o ninguna de las dos cosas, ya se verá (prometo entrada de las valoraciones sobre la escucha, qué menos!).
Y para hacer comprensible tanta palabra sobre música tengo que explicar los antecedentes que fijan el foco sobre estos dos nombres tan alabados: Bach y Fripp.
Una pieza brutal, un disco infinito, la obra preferida de María
Comencemos por el muerto y así lo dejamos reposar antes. Obvio que no necesita presentación, si es necesaria para alguien ... (me morderé la lengua). Descubrí a Bach hace no se cuanto, empecé el recorrido por su monumental obra (doble y pobre sinónimo de grande y de magnífica) en la adolescencia pero el camino tiene dos hitos imborrables en mi vida. El primero se sitúa en los turbulentos años de adolescencia, estaba viviendo temporalmente en una casa que estaba dotada de una muy buena discografía. En aquella época mis audiciones predominantes iban más por Fripp, Dylan, Davis o Clapton que por la clásica, pero allí se encontraba un vinilo mítico, las Suites de cello, jamás olvidaré el impacto que representó ese disco. Las suites me eran desconocidas y entré en ellas por la puerta grande, Mstislav Rostropovich es el cellista y esa es su interpretación cumbre, el descubrimiento me sirvió para romper con muchos prejuicios musicales y abrir de forma definitiva mi mente a cualquier lenguaje musical que mereciese la pena ser explorado, si un tipo puede ir tan bien y tan lejos con un instrumento, normalmente de acompañamiento, es que todo es posible si hay genio.
El segundo episodio Bach es mucho más reciente, se remonta tan solo a once años en el pasado. A veces he pensado que la primera cita con una chica es como un catalejo privilegiado de lo que te deparará el futuro con ella, normalmente pienso que eso es una estupidez, pero esa vez tomó la opción catalejo. La chica es María, la cita fue una velada a caballo entre una preciosa exposición de pintura Pop americana y un concierto en el Palau, Bach como no?, La pasión según san Mateo, dirigida por un notable Harry Christophers y sus Sixtieen's. Jornada perfecta y esa música, ese concierto, y !!esa chica!! grabadas de forma irreducible en mi ser. Eso es Bach para este blogero.
Sigamos por el vivo, Robert Fripp, no sé si ya he comentado que toca la guitarra, ah sí, sí lo había dicho. El bueno de Robert, para ser más precisos, inventa la guitarra electrónica, es el creador más notable que yo conozco con ese instrumento, consigue emitir sonidos únicos, del lirismo al rock industrial más salvaje, del intimismo a la grandilocuencia, desde el solo hasta el acompañamiento sutil.
Detras de la Gibson Les Paul (guitarra mítica donde las haya) está mi alter ego, Robert Fripp
Es uno de los artistas que se puede decir que lo descubrí en directo, conocía un poco sus primeros discos y me interesaban lo suficiente como para desplazarme a Granollers (Palau dels esports de Granollers!!!, la única vez que he estado en mi vida), dieciséis años recién cumplidos y el ánimo revuelto por la aventura, viaje en un seiscientos con alma de superviviente, el suelo del lado del acompañante era algo escaso y se veía la carretera por algunos huecos. Estamos en la España franquista, cada concierto era un riesgo de actuación de los grises, que si los pelos, que si los porros, que si estoy aburrido y me apetece dar unas hostias... pero se ve que aquella noche del 28 de noviembre el tiempo era demasiado frío para permitirles alguna sádica diversión, no hubo incidentes. Sólo explicaré de aquel concierto que a partir de las primeras notas me quedé "casado" de por vida con Fripp, de ser uno más de los que me gustaban pasó a ser referencia constante y así ha seguido hasta la actualidad. Reconozco, cada vez más, que no es un músico "fácil", de joven me enervaba que tanta gente ni lo conociera y que su música les auyentase, supongo que he crecido. El sabe algo de mí, algo que es muy mío y que produce sin descanso y me tiene atrapado, a mí y a unos cuantos, que el hombre se ha ganado la vida con su música desde el inicio de su carrera, tampoco es un artista maldito, y es lógico pensar que su eclecticismo impida un reconocimiento generalizado, no es el caso de otros grandes como Dylan o Clapton que aunan genio y escuchas más amables.
Y con todo ello si no se entiende que una reseña de un disco de un género inventado po MILES DAVIS, con una pieza titulada con el nombre de BACH y con una versión de un tema de ROBERT FRIPP merezca mi atención, elogio y recomendación, es que tendré que volver a la escuela a que me enseñen lengua desde el principio.
(para la escritura de este blog necesitaba música de fusión extrema, Keith Jarret ha desgranado Das Wohltemperiarte Klavier, primero al piano y luego con clave, de Bach, claro)
 

11 comentarios:

  1. Será posible escucharlo esta noche? mi interés se centra más por la fusión hacía la clásica.

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  2. Hielo en el "friser", tónicas en la nevera, Bombay en su sitio y limones a disposición.
    Las vacaciones por delante.
    Off course, mi amor

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  3. Un blog genial, veo que sabes mucho de música, me pasaré por aquí mas de una vez por si descubro algo nuevo, sigue currandote esto, que esta muy bien hecho. saludos!!!

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  4. @absentizofreniko muchas gracias, el placer es mutuo ( a mí me parece que tú también sabes un montón), he disfrutando leyéndote, genial lo de los indignados y con tu permiso te voy a poner en los blogs que sigo para que más personas lo aprecien.
    Saludos

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  5. Buenas Ferrán,

    Yo por aquí sólo me puedo acercar a aprender, con modestia, y pasitos cortos. Mi fascinación por el jazz la vivo desde la timidez, es decir, no me atrevo a hablar con demasiada enjundia porque mi respeto por el género me advierte de mi ignoracia.

    Sólo puedo decir que un día, hace mucho tiempo, empezó a filtrarse poderosamente en mi los sonidos de Dave Brubeck, John Coltrane, Miles Davis... que uní inmediatamente a Bob Dylan, Neil Young, Willie Nelson, Janis Joplin, y a los del entorno punk-rock con los que crecí. El jazz fue la última incorporación, de una amplia variedad musical que se había alimentado de la diversidad de sinfonías que sonaban de pequeño en mi casa. Familia numerosa, diferentes estilos, y mucha música todo el tiempo. Luego llegó la suerte de ir alguna vez a Donosti, y antes a Gasteiz, de estar en el Uncle Jazz Sam de Londres, en la Kingsland Street, o en el Saint Nick's Jazz Pub de Harlem.

    Lo mío es el baloncesto porque estudié en el Ramiro de Maeztu, el colegio donde se ubica el Estudiantes. Donde -como ha comentado Pepu varias veces- nos enseñaban matemáticas, latín, lengua... y baloncesto. Y en una suerte de malabarismo teórico extraño ahora uno el arte del baloncesto al jazz. Y en ese encuentro mágico descubrí que gente como Mirza Delibasic en la cancha, o Wynton Marsalis con la trompeta también lo entendieron así.

    Lo dejo que no quiero seguir aburriendo con mi primer comentario en este blog. Sólo dos recomendaciones para acompañar un buen gin tonic (mi ginebra es London con una raja de lima) en estos días de calor infernal: Woody Herman y Norah Jones.

    Un saludo y un placer leer tanta calidad.

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  6. @Jacobo Rivero Gracias por al respuesta, convengo mucho, mucho, con Norah jones, la conozco desde el principio por ser hija de quien es, Ravi Shankar, que es un músico del que soy muy devoto, y su música, con esas inclinaciones Country tan curiosas me gusta mucho. Investigaré Herman y ya te diré. Algún día tienes que leer las trifulcas que Davis y Marsalis mantuvieron en vida del primero y eso te explicaría un poco lo poco que he escuchado al segundo, técnica sin límites pero un camino algo trillado ya, no obstante tengo que entra más en su música porque reconozco que lo he escuchado con prejuicios.
    Un saludo y espero entrar siempre con la misma modestia y pasitos en todo, es mejor ser buen aprendiz que falso maestro

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  7. Ferrán, me gustaría tanto entender más de Jazz, no sólo disfrutarlo casualmente, creo que me puedes generosamente echar una mano en ello, para alguien que quiere aprender desde el inicio, desde el origen de esta delicia.

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  8. Sandra, qué alegría leerte en ese deseo!, mira, creo que uno de los mejores inicios con el Jazz, como con muchas cosas, es ir a los paradigmas sobre los que luego se ha ido desarrollando, como ya escribí en la entrada de Amy, Billie Holiday es maravillosa, no sería lo más alegre del mundo pero tiene tanta profundidad su belleza que aturde. Para compensar acompáñala de Louis Armstrong en su salsa, o sea con una buena banda. Ya me dirás, el Jazz es tan grande que son muchas cosas, ese par ha alimbrado casi todas ellas.
    Un saludo

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  9. A pesar de mi humilde opinión sobre música, creo que el blog está muy bien. Seguiré aprendiendo. Saludos

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  10. @Mayte Muchas gracias, me da envidia sana lo bien que escribes, espero, supongo y deseo que lo de "en paro" sea un recurso literario.
    ;)
    Por cierto, también te sigo ;)

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