Un espacio de viajes entre la música y palabras

Es que una vez más la música es la responsable

martes, 10 de enero de 2012

Goce cruel

Existe alguna justificación para el dolor humano? Creo que sí, sin el dolor no existiría la sensación de bienestar  (no opongo el placer al dolor ya que pienso que merodean ámbitos distintos) y por ello es un elemento necesario para lograr un estado existencial aceptable. A ello le añadiremos que el dolor físico es una herramienta tremendamente útil para el cuerpo ya que es el detector de las incidencias que éste sufre y actúa de eficaz alerta ante peligros, las personas aquejadas de enfermedades neuronales que están exentas de esta información tienen una gran cantidad de problemas debido a la falta de aviso.
La niña vieja Alejandra
Dicho todo ello queda claro que le reconozco al dolor una función imprescindible en el doble plano físico y psíquico, ya sea éste último emocional, afectivo o mental. Pero el otro día, mientras me sumergía en la lectura de unos poemas de mi querida Alejandra Pizarnik, me quedé con cierta sensación de contricción por el hecho de que aquello que me proporcionaba un placer tan intenso y permanente estaba provocado por la obra de una persona que había sufrido toda su vida de un dolor acuciante y que en su obra éste era el impulsor básico. Me apreció ocioso defenderme con el argumento de que mi placer no era el causante del mal generador pero el hilo de pensamiento me llevó a realizar un pequeño análisis sobre las relaciones entre el dolor y la creación artística. ¿Los poetas deben sufrir para ser grandes? ¿Es extensiva esta aparente verdad a otras disciplinas artísticas? ¿Sería mejor el mundo sin artistas dolientes? ¿Se justifica un Guernica por el horror que lo ha impulsado? ... No le dediqué demasiado tiempo a las respuestas, ni me siento capacitado para construirlas con la consistencia intelectual necesaria, ni me parecen más interesantes que las preguntas. En todo caso el conjunto de interrogantes me permite abrir esta entrada que está dedicada a dos artistas que tuvieron vidas desdichadas (con grandes momentos de plenitud durante la creación de sus obras) y de los que no me considero experto en absoluto pero que me han proporcionado, y me proporcionarán, momentos de goce, que no prenden ser crueles.
El pájaro traspuesto con Miles emocionado
Alejandra Pizarnik y Charlie Parker tienen muy pocas cosas en común, blanca, argentina, mujer, poeta y semidesconocida ella, negro, estadounidense, hombre, músico y archifamoso él. La palabra de una junto al aullido de un saxo del otro, sus artes son compatibles, es así como se gestó está entrada, leyéndola mientras le escuchaba. Sirva este blog una vez más para intentar difundir pequeños útiles que incrementen el nivel de placer de la especie humana.


Son mis voces cantando
para que no canten ellos,
los amordazados grismente en el alba,
los vestidos de pájaro desolado en la lluvia.

Hay, en la espera,
un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición de sol en pequeños soles negros.
Y cuando es de noche, siempre,
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi garganta
para que no canten ellos,
los funestos, los dueños del silencio.
Anillos de ceniza (Árbol de diana 1962)

Una lectura imprescindible, un paseo por el horror
Alejandra se erige en guardiana de los silencios y nos escupe esta caudal henchido de desolación, lo cuenta con el convencimiento de que su voz es mejor que la de ellos, los funestos, aquellos cuyas palabras son huecos de silencio y ante los que Alejandra escupe versos dolientes. En su ensayo “El poeta y su poema” Pizarnik describe un gesto de las artes plásticas que ella incorpora a su proceso poético: “adhiero la hoja de papel a un muro y la contemplo [...] A veces, al suprimir una palabra, imagino otra en su lugar, pero sin saber aun su nombre”.
El camino de Charlie es similar y contrario al tiempo, ambos trocan el murmullo lacerante de sus existencias en rugidos endiosados, la poetisa nos habla de "soles negros" (luz y no luz al tiempo para explicar el desamparo), el saxofonista nos inunda con el estallido del be-bop, se enroscan las notas del metal en nuestra alma y las aceradas aristas del sonido denotan que Bird solo era libre si volaba, la una crea para liberar la presión, el otro lo hace para sentir el vuelo. Parker llega a NY con diecinueve años y apenas cuenta con un par de años como músico, estamos en 1939 y la década de los cuarenta ve como nace y se afianza el estilo de Jazz que representaría la mayoría de edad definitiva para este género, el Be-bop que llevarían hasta lo más alto, Bird, Dizzy, Roach, Monk y Bud Powell. En unos años el saxofonista está en la cima del Jazz y su poderoso e intenso modo de lucha vital que muestra con el saxo le convierte en un modelo para los nuevos músicos y un incómodo partenaire en los conciertos, su adicción a la heroína, más tarde al alcohol, no son más que intentos de lograr algo de paz anímica mientras no puede hacer lo que le permite vivir entre tanta supervivencia, tocar Jazz. 
Bird and Diz
Preguntado acerca del sentido de su estilo y de las diferencias con sus predecesores, declara: "Todo es música. Se trata de tocar limpiamente y de encontrar las notas adecuadas" y algo más tarde, en una entrevista televisada, contesta enojado, ante las incisivas preguntas del entrevistador: "Dicen que la música es más fuerte que las palabras; dejemos pues que sea ella la que hable". El genio que firma tesoros como Billie's bounce, Ko-Ko, Ornithology, A night in Tunisia o Bird of paradise es deliberadamente cerrado al verbo puesto que domina como casi nadie el arte del sonido, pero su música derrocha elocuencia.
Alejandra derrocha la concisión de su texto afilado como un bisturí, en ambos se postula como en pocos artistas la vereda oblicua del sufrimiento lúcido, ambos derrochan visión clara y a ambos la realidad les hiere inmisericorde.

y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo
Cold in hand blues (El infierno musical, 1971)

Bird niega las palabras, Alejandra se las pone a un Blues. La tristeza en la poetisa es muy obvia, habrá quien no la hallará en la obra de Bird, para mí la hay y en sobredosis, el saxofonista arremete contra una forma de hacer música y, sobre todo en directo, la convierte en un grito de liberación que explica como pocas cosas la inmensa pasión que hervía en su interior. La judía de Avellaneda tuvo una adolescencia sombría en la que pronto desarrolló una fuerte adicción a las anfetaminas, dotada de una extraordinaria vida interior que no fue detectada hasta que explotó su obra poética (fue considerada borderline) y con una trayectoria personal repleta de la soledad más profunda. Me cuesta poco imaginar sus días, y sus noches, el misil de destrucción masiva que conforma su obra es demasiado poderoso como para pensar que su autora puede extraer los versos a partir de juegos mentales a los que es inmune, soledad, desarraigo, dolor, apatía, rechazo y el infinito amor por lo que siempre vislumbró y jamás tuvo, un lugar donde sentirse en armonía. Frecuentó en París a Cortazar y a Paz, consiguió mantener una actividad intelectual durante unos años, tradujo a Rimbaud y a Mallarmé, colaboró en revistas literarias... Todo ello no fue más que intentos por saberse en paz, por extirpar el sufrimiento que la acogotaba.
Una vida en las palabras

alguna vez de un costado de la luna
verás caer los besos que brillan en mí
las sombras sonreirán altivas
luciendo el secreto que gime vagando
vendrán las hojas impávidas que
algún día fueron lo que mis ojos
vendrán las mustias fragancias que
innatas descendieron del alado son
vendrán las rojas alegrías que
burbujean intensas en el sol que
redondea las armonías equidistantes en
el humo danzante de la pipa de mi amor.
Más allá del olvido (Un signo en tu sombra, 1958)

Verás caer los besos que brillan en mí... En el 58 aún guardaba esperanzas sobre su devenir, se sabía poseedora de códigos compartibles y por ello su poesía, a veces, es menor, muy hermosa pero sin la abisalidad que vendría poco después.
En Parker la trayectoria no es tan marcada, es una estrella rotunda (en el limitado firmamento del Jazz que ni entonces ni ahora deja de ser un género con repercusión modesta) a los veinticinco y se convierte en objeto de deseo de un joven trompetista procedente de Alton: "Hey Miles! ¡Me han contado que andas buscándome!". "Giré en redondo y allí estaba Bird, con peor aspecto que un hijoputa." ... ""Entró conmigo en el Heatwave, donde todos lo saludaron como si fuera el rey, cosa que era"... "Aquella primera noche no toqué. 
Bird volando
Sólo escuché, Y me dejó maravillado, tío, la forma en que Bird cambiaba en el momento en que se llevaba el instrumento a la boca. Mierda, pasaba de estar como hundido y ausente a que todo el poder y la belleza que llevaba dentro irradiasen de él."..."Podía tocar como un hijoputa incluso cuando casi se caía de borracho o cabeceaba amodorrado por la hermoína. Bird era un ser aparte." No seré yo el que corrija a Davis, aunque se un Davis jovencito y en busca de referencias, Bird siempre fue así y cualquiera que lo tratara opinaba lo mismo.
Pizarnik contenía en su interior el mismo brillo y también lo mostraba solo en su creación, su poesía irradia como la interpretación de Bird, la ventaja con la escritora es que en sus palabras podemos hallar las claves de su desventura, de esa dualidad de niña anciana que sobrellevó siempre, jamás pudo crecer y jamás pudo ser joven.








Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo 
porque aún no les enseñaron 
que ya es demasiado tarde

Señor 
Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo mi niñez 
cuando yo era una anciana 
Las flores morían en mis manos 
porque la danza salvaje de la alegría les destruía el corazón 
Recuerdo las negras mañanas del sol 
cuando era niña 
es decir ayer 
es decir hace siglos

Señor 
La jaula se ha vuelto pájaro 
y ha devorado mis esperanzas

Señor 
La jaula se ha vuelto pájaro 
Qué haré con el miedo
fragmento de El despertar (Las aventuras perdidas, 1958)

Qué acongojante terror recorre estos versos, no me es posible destacar una sola línea por encima de las otras, todas nos hielan el aliento, todas nos cargan con huracanes de dolor. En mi relación con Alejandra, con su obra, se produce en pocas ocasiones aquello que se da frecuentemente en la lectura de poesía, uno va paladeando los versos y en alguno de ellos el aire se para y se hace necesario releerlo para poder proseguir, en este fragmento no hay clemencia posible, Alejandra ha puesto las palabras y ellas se han erigido en muros de locura, sin fisuras, sin piedad.
esto es Jazz
Ambos artistas son maestros del diálogo, muchas veces interior obviamente y por ello charlan en sus obras, ambos son adalides de la mudez y por ello la elocuencia campa en sus creaciones. Miles sigue contando: "Lo que realmente removía la mierda dentro de mí era tocar con Bird. Podía estar con Diz y charlar, comer y pasear, porque Diz es un tío estupendo. En cambio Bird era un hijoputa muy reservado. Nunca teníamos mucho que decirnos uno a otro. Nos gustaba tocar juntos, y ahí terminaba la cosa. Bird jamás te decía lo que debías tocar. Lo aprendías de él con sólo mirarlo, cazando al vuelo lo que hacía. Alejandra no puede dialogar con otros poetas, no se crea poesía en común, y lo hace con ella misma, toda su obra es un continuo diálogo con Alejandra, con la niña y con la mujer, con la sombra y con el molde.

ante la lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra Alejandra no lo niegues.

hoy te miraste en el espejo
y te fuiste triste estabas sola
y la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió

enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado

oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú

te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!
La enamorada (La última inocencia, 1956)
siempre
Nada más... Esta ha sido la entrada, muy difícil para mí, es una tarea imposible glosar dos artistas tan complejos y completos, tan próximos personalmente y tan queridos. El intento proviene de una tonta reflexión sobre el goce que el dolor ajeno nos puede llegar a provocar, el arte de dos suicidas que lograron finiquitar su angustia a los 35 y 36 años, que gozaron del prestigio y de la indiferencia. Que viven en mi.

16 comentarios:

  1. He entrado más que nada para decirte que ya había recortado el kilométrico título y supongo que podrás acceder. Y me he econtrado con el artículo de Bird. Poco he leído, pero quería añadir que Charlie Parker padecía de un Trastorno Bipolar, como yo, lo que pasa es que en aquella época la psiquiatria estaba menos que en pañales. Eso explica su errático comportamiento y el recurso a todo tipo de drogas para huir de sus infiernos mentales (y sé de lo que hablo). Otras 2 celebridades de nuestro ámbito con TB fueron Mingus y Cole Porter. Dicen que va unido a la genialidad en un porcentaje más alto que el de la media, pero...¿donde colocas el listón de la genialidad? En cualquier caso, yo, afortunadamente, salí normalito, con algún arranque de brillantez.

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  2. Hola Ferran. Arte y dolor. Peliaguda asociación no exenta de realismo. ¿Cuántos son los artistas que "sufren" creando? Si nos remitimos a algunas manifestaciones de grandes creadores, alegan una gran dosis de sufrimiento en el proceso de creación. Y lo creo. Sin embargo, es un sufrimiento intelectual realizado para obtener algo que se gesta en su mente. Y esto sucede en todas las manifestaciones artísticas.
    Sin embargo, como bien apuntas, existen y han existido muchos grandes artistas que han vivido en el dolor. En ocasiones físico, privativo de salud o de libertad, pero también psíquico, emocional, de causa propia o ajena. Y se ha llegado a afirmar que sin él, sin el dolor, el arte emanado no sería el mismo. No estoy seguro de responder a esta presuposición. El dolor, como tu dices, es inerente a los cuerpos y espíritus sensibles a él. Pero no debería ser condicionante inprescindible para gestar obras de arte. La antítesis del dolor, la alegría de vivir, el goce de gozar...pueden ser magníficos impulsores de grandes realizaciones, en todos los ámbitos.
    No soy un experto en poesía, pero quería añadir una referencia que me impresionó sobremanera. Es la poesía de dos mujeres, Anna Ajmátova (1889-1966) y Marina Tsvetáieva (1892-1941), ambas rusas, que sufrieron, sufrieron y sufriero. Su poesía es espeluznante. "El canto y la ceniza" es el título de una antología poética de Galaxia Gutenberg.
    Diecisiete meses hace que grito
    llamándote a casa.
    Me he postrado a los pies del verdugo,
    hijo mío, terror mío.
    El mundo entero es confusión
    y yo ya no sedistinguir quien es la bestia
    y quien es el hombre.
    ¿Cuanto falta para tu final?
    Quedan solo flores polvorientas, el rumor
    de la lámpara de incienso, y huellas
    que no llevan a ninguna parte.
    Directa a los ojos me mira,
    mal augurio de una muerte cercana,
    una inmensa estrella.
    Anna Ajmátova, Requiem

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  3. Lo de esta niña me recuerda el papel y el personaje que HAILEE STEINFELD interpreta junto a Jeff Bridges es " valor de ley " de Coen, " una niña vieja " gran actuación de HS en el remake de la pelicula de Hateway ( interpretada por el celebre John Wayne ) . un saludo, Manuel

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  4. Hola Mario,
    Si te fijas verás que en ambos casos no he querido entrar en las dolencias mentales que les fueron atribuidas, no me parece relevante para el sentido de la entrada, he querido centrarme en el dolor sin querer adjudicarle relevancia a las posibles causas del mismo. A mí me parece una obviedad el hecho de que en los seres humanos con caudal artístico la presencia de algún desarreglo mental haga que su sensibilidad se multiplique y con ello se incremente su potencia creadora.
    Lo que es seguro es que a cualquiera que le den a elegir preferirá carecer de ese "plus" de creatividad procedente de la enfermedad.
    Un saludo
    (Sigue igual, no se puede acceder a la entrada)

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  5. Hola Xavier,
    Veo que tu reciente brevedad era circunstancial :-P
    Conocía a Ajmátova, tiene una obra poderosa, lástima que no podamos leerla en ruso. Estoy más que convencido de que la creatividad artística puede provenir también de personalidades vitales y alegres, lo del sufrimiento creativo no tiene que ver con los creadores sufrientes que gloso, en todo caso la entrada alumbra en dos casos de creadores excepcionales con excepcionales dosis de dolor personal que desembocan en el suicidio, obviamente son casos extremos.
    Un abrazo

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  6. Hola Manuel,
    Aún no he visto la versión de los Cohen y no puedo opinar con fundamentos pero me da que Hailee es más una niña adulta que una niña vieja, no obstante cualquier ocasión es buena para citar a Wayne y a los Cohen.
    Un saludo

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  7. Hola Ferrán,
    ayer leí tu entrada y me hizo pensar mucho, tanto, que hasta hoy no me he atrevido a comentar. Personalmente, y en contra de la opinión mayoritaria de los comentarios, pienso que la creación artística cura. Es posible que crear, sea música, literatura o cualquier tipo de obra plástica o visual, puede ser doloroso en el proceso, en efecto, pero, en la mayoría de los casos, el dolor es previo a la creación y ésta funciona como una válvula de escape, una salida, a veces brusca, para ese sufrimiento, en, incluso, una puntual cura paliativa para el mismo. Como me decía mi madre de pequeña "si pica, cura", y crear, en muchas ocasiones, es el equivalente de echar un chorro de alcohol sobre la herida abierta: es posible que duela, pero desinfecta.
    La relación entre ambos temas, creación artística y dolor, es inevitable, como alguien ya ha apuntado, del mismo modo que es posible enlazar la genialidad con los trastornos mentales, diagnosticados o no. Pero no creo que sea una cuestión de causa y efecto necesaria, sino de que comparten un mismo lenguaje: la emoción. Si el arte es el medio de expresar la sensibilidad -la emoción- humana, la más rotunda de esas emociones el dolor, el sufrimiento, pues todas las demás parecen efímeras menos esta, y es, igualmente cierto, que muchos desequilibrios mentales pueden calificarse como emocionales, el problema es que no sabemos sanar almas, como mucho, podemos, medicar cuerpos y tratar de sanar sus órganos, en este caso, cerebros, con mayor o menor éxito. ¿Puede existir el arte sin dolor? Creo que sí, pero de lo que estoy convencida es de que no puede existir sin emoción y, de todas, el dolor es la emoción más rotunda, de ahí su omnipresencia en las creaciones artísticas y el enorme número de genios atormentados que, afortunadamente, en lugar de sucumbir al dolor, prefirieron expresarlo.
    El tema da para más, como para hablar de la invisible frontera entre dolor y placer, durante la creación artística y fuera de ella, o el enganche que puede llegar a producir y del que muchos genios han sido víctimas; pero mejor, lo dejo aquí o el comentario será demasiado largo.

    Saludos!

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  8. Hola Carmen,
    Rebievenida a estas lares. Estoy más que de acuerdo en las propiedades terapéuticas de la creación artística, Cómo negarlo?. La sublimación emocional que se lleva a cabo en este proceso es una excelente "medicina" para el alma doliente, otra cosas es que no sirva para sanar, sólo aliviar.
    Me permito discrepar en cuanto a la jerarquía del dolor como emoción máxima, creo que el amor pasional se lleva el galardón, conjuga afecto máximo y dolor y por ello se erige en triunfador de la competición ;-)
    Como bien dices el tema da para más, a mí me interesó promover el "consumo" de estos dos genios referenciales a través de su dolencia compartida. De momento no he logrado que los comentarios los aludan, está claro que el tema del dolor es más universal.
    Un abrazo

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    1. Yo ya estaba sobre aviso acerca de esta columna, me habías dejado caer que estabas atrapado en un artículo al que no terminabas de dar forma. Bueno, pues lo has realizado de forma MAGISTRAL. Yo en poesía soy un necio, lo atribuyo a un -muy buen- profesor de literatura que tuve en primaria, que así como en narrativa nos daba a leer cosas apasionantes, sobre todo novela histórica (Benito Pérez Galdós es para mí un ídolo, he debido de leer Trafalgar al menos 8 veces), en poesía vivía en Quevedo, Góngora, y lo más "moderno" Becquer y Machado. Y a eso atribuyo mi "atragante" con la poesía. Pero leer pequeños fragmentos, como los que escribe un amigo mío que ya va por su tercer libro, o los que has incluído tú, de eso sí soy capaz.
      Del dolor mental paso de hablar, me acompaña hace 17 años, y por fin ahora parecen haber dado con la medicación adecuada. Si hay un Dios le ruego que sea verdad, y que se pueda extender a todos los bipolares de este mundo.

      Cito a Xavier Demestre, quien ha dicho "El dolor, como tu dices, es inerente a los cuerpos y espíritus sensibles a él. Pero no debería ser condicionante inprescindible para gestar obras de arte. La antítesis del dolor, la alegría de vivir, el goce de gozar...pueden ser magníficos impulsores de grandes realizaciones, en todos los ámbitos." Sólo le falta citar a Parker y Gillespie como ejemplos de ambos casos. Dizzy me gusta, pero la profundidad de Bird no tiene parangón. Por cierto, ya que has hablado de Parker en directo, me podrías recomendar alguno con buen sonido (aparte del Massey hall, claro)? En estudio creo tenerlo todo, pero los directos me dan miedo porque me puedo enfrentar a una pésima calidad de sonido, y eso no lo soporto, por mucho Charlie Chan que sea.

      Nada más, darte la enhorabuena, y a ver si la próxima entrada es menos dolorosa (y menos autobiográfica para mí). Tengo carpetas enteras llenas de textos que escribí en momentos de horroroso sufrimiento, y por supuesto no las releo, pero tampoco las pienso tirar, porque si logro la ansiada estabilidad, ahí hay un jugoso material literario.

      PD : Prueba a entrar desde aquí

      http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=8318387140827011533&postID=8817415218509590711

      PD2: Mi creatividad recuperada me ha llevado a crear un tercer Blog, que si entras se esplica solo (aún joven, con las facultades mentales recuperadas, sin pareja, sin hijos, y con cierta creatividad...es una gozada para mí crear un poquito todos los días!!!) BLOG :

      http://moderneceslasjustas.blogspot.com/

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    2. Hola Mario,
      Estoy contigo, el genio es Bird y Dizzy un grande (es diferente), miraré bien pero creo que no tengo más Parkers en directo que tú, ya te diré algo.
      Las moderneces las justas ya lo he visitado y he sido tu primer comentarista. Todo un lujo.
      Un abrazo

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  9. Una entrada espléndida, Ferrán, muy grande, de lo mejor que me he encontrado en tu blog. Enhorabuena.

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    1. Hola Paz,
      Muchísimas gracias, la entrada me ha costado bastantes horas de sueño y algún dolor de cabeza, pero estoy bastante satisfecho.
      Un abrazo

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  10. Bon dia Ferran, buenos días a todos los lectores apasionados. Me he permitido pasarlo en grande leyendo los comentarios sobre el tema que ha producido nuestro comun amigo Ferran. Apasionante sería la definición. Y motivo de largos debates que deberíamos contrastar con los conocimientos científicos que disponemos. Pero el motivo de reincidir en el tema ha sido la frase inicial de Ferran, la que dice
    "el dolor físico es una herramienta tremendamente útil para el cuerpo ya que es el detector de las incidencias que éste sufre y actúa de eficaz alerta ante peligros, las personas aquejadas de enfermedades neuronales que están exentas de esta información tienen una gran cantidad de problemas debido a la falta de aviso."
    La relectura de esta afirmación no podía quedar sin un a respuesta mía. Absolutamente de acuerdo Ferran. Puedo afirmar que lo he experimentado en primera persona. Los dos episodios de inclemencia física más importantes de mi vida han sido dolorosos, y en ambos casos, es el dolor el debutante y el conductor hacia el tratamiento, la curación o el alivio. Muy bien Dr Ferran...

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    1. Rehola Xavier,
      Bon dia a ti también, me ha encantado esa expresión del "dolor como debutante y conductor", creo que encaja en esa función en la que puede actuar que es la generación creativa.
      Un abrazo

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  11. Leí esta entrada hace días y me encantó, en aquel momento no quise comentar nada, me impactó la poesía de Pizarnik y quería saber más de su obra de su vida... Después el ritmo de los días hace que lo relea sin saber mucho más de lo que sabía, pero vuelve a impresionarme. Los dos últimos fragmentos de poesía son impresionantes y sí, realmente aterradores: " las flores morían en mis manos por que la danza salvaje de la alegría les destruía el corazón" alegría y muerte pero nunca equilibrio, nunca paz. " Recuerdo las negras mañanas de sol, cuando era niña" que imágen más triste viene a mi cabeza. "La poetisa derrocha amor por lo que siempre vislumbró y nunca tuvo, un lugar donde sentirse en armonia", exacto!!!, eso grita su poesía y esa sensación de vaivén contínuo de inseguridad permanente, te sobrecoge sobremanera, supongo que apela a mi sensibilidad maternal y pienso en el dolor y la tristeza que acompañaron sus días y el aire se hiela, por supuesto.
    Me ha encantado más que otros encantamientos anteriores, y sobretodo me encantas tú que nunca dejas de sorprenderme.

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    1. Hola MiMaría,
      Pizarnik es una escritora tan buena que su dolor duele mucho, por eso hay que dosificarla para no enfangarse demasiado, pero la belleza de sus versos es infinita. Tenía ciertas sospechas acerca de tu entusiasmo por la entrada, bueno, por media entrada, también barruntaba que Bird no te llamaría tanto, cegada por la oscuridad fulgurante de los versos.
      Arrebatado por tu última frase, enmudezco.

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