Un espacio de viajes entre la música y palabras

Es que una vez más la música es la responsable

domingo, 6 de noviembre de 2011

La fiesta de la música

La presencia de la música en las vidas de las personas es un tema recurrente para este blogero, el sentido adicional que le confiere a algunas personas y la aparente vacuidad que les aporta a algunas otras. Podríamos extender esta perspectiva hacia el resto de artes existentes, gente que piensa, y opina, que lo que hace Miró lo puede hacer un niño (yo quiero ser ese niño!!!) o que los lienzos de Pollock son fruto de una conspiración de algunos para tomar el pelo a los otros, frente a otros que sentimos que la respiración se nos corta cuando nos presentamos frente a algunos cuadros (tengo preparado el respirador para la visita a la Escalera de la evasión en la Fundació Miró). No quiero dar la sensación de creer ser un espectador privilegiado y perteneciente a una casta superior que domina las claves para entender lo que le está negado a la mayoría de los mortales. 
La obra que un niño pudo hacer, el éxtasis hecho lienzo
Tengo fascinación enfermiza por la literatura y la música, adoro la pintura, la escultura y el cine, me estremezco en la ópera y en los recitales de música en directo, pero me aburre soberanamente el teatro (la mayor parte de las veces), nunca he entendido la plástica del ballet o mucho menos la danza contemporánea, quiero decir, y me resulta de una obviedad plúmbea que sea una superioridad el disfrute de una manifestación artística, ni que hay un arte mejor que otro, en todo caso es una suerte poder tener acceso y gozar de alguna de ellas, creo que la humanidad es mejor en cuanto progresan sus manifestaciones artísticas, que los habitantes de este planeta somos más un grupo inofensivo y amable cuando disfrutamos de la creación o de la degustación del arte (presente en todas las culturas desde que el mono se yergue y empieza a caminar) que cuando fijamos nuestra atención sobre lindes ajenos o aspectos, digamos, más prosaicos de nuestras vidas.
La música sale de las partituras y nos envuelve
El tema es de una claridad meridiana para mí y está constituido de forma sólida en el territorio de los paradigmas personales desde hace ya unas décadas, cada uno de nosotros debe buscar su rinconcito al sol para poder tener motivos para sonreír el máximo número de horas del máximo número de días, gozar sin perjudicar, ser felices sin crear dolor. Y para ello el arte es una de las mejores herramientas que yo pueda imaginar, su merodeo y disfrute se puede hacer solo, en pareja, en familia, en grupo o en horda, no hay límites temporales ni espaciales, se puede hacer en la calle, en casa, donde sea.
La entrada de hoy pretende fijar la atención en uno de los usos más universales del arte por los seres humanos. La música en las fiestas, en las celebraciones, en las reuniones lúdicas de cualquier tipo es una constante que no se puede obviar, es un arte aplicado y ejerciendo el sentido primigenio, transmitir sensaciones entre los seres humanos. Aún aquellas personas que no tienen discos en sus casas, o que mantienen una percepción personal de no tener nada que ver con esa manifestación artística, encontrarán natural y adecuado que después de los cafés de la boda de una prima, empiecen a sonar los altavoces y alegres melodías (a veces mejores que Paquito el chocolatero) conduzcan al grupo por el proceloso mundo de las fiestas nupciales. Ayer, estando inmerso en una deliciosa fiesta de Halloween, lo sé con un pequeño retraso en el calendario, y en mi tarea habitual en este tipo de actividades, hacer de pincha aficionado, reflexionaba sobre un nuevo género para el el Itunes, un género musical que todos tenemos en la cabeza de forma más o menos inconsciente, el Pachanga (el termino proviene de un género con el que mantiene pocas concordancias, tan solo les une su carácter de fiesta). El Pachanga es un tipo de clasificación con algunas características peculiares en un mundo de etiquetas, ya lo he comentado alguna vez, muy subjetivo, a veces artificialmente hinchado por los expertos de marketing de las discográficas, los críticos musicales o los desvaríos de los seguidores.
Gracias, muchas gracias Michael Hart, inventor del eBook
Las personas clasificamos principalmente para encontrar y para  hallar cierta paz mental en el uso de conjuntos abarrotados, es decir, se etiqueta para hacer la gestión de los grupos más eficiente. En la biblioteca, cuando se tiene y le crece de forma desproporcionada (gracias a Michael vemos la luz en la solución de ese problema) uno se enfrenta a la ubicación del grupo creciente de esos maravillosos objetos que son los libros y al problema de situarlos de forma que puedan ser recuperados de forma más o menos ágil, o sea, los clasificamos por géneros, por editoriales, por temas, por tamaños, por épocas o por cualquier tipificación que se nos ocurra. Con la música en formatos físicos hacíamos lo mismo, y con una necesidad mayor, ya que la necesidad de acceso es muy superior a la de los libros. Con la llegada de los soportes digitales la explosión se produce, la cantidad de música que manejamos los melómanos en la actualidad era un sueño tan solo un par de décadas atrás. Hace unos años conocí a un tipo encantador que tenía una habitación forrada con estanterías repletas de discos, era un oyente algo selectivo ya que en todas ellas no había más que Clásica, o sea Barroco, Ópera, Contemporánea, etc.., nada de Pop, Rock, Jazz ni esas cosas, de Pachanga ni comentemos. No tengo el recuerdo preciso de la cantidad pero rondaría una cifra superior a los cinco mil álbumes (clasificados por géneros y fechas por si existía interés en saberlo), el hecho era de una excepcionalidad notable y motivo de comentario habitual. Ahora mismo, sin pensar demasiado puedo citar a media docena de personas que superan esa cifra de forma holgada. El problema de la localización se ha simplificado gracias a las múltiples herramientas de búsqueda que la informática nos proporciona, pero se ha complicado con el brutal incremento de objetos a encontrar. El uso de las etiquetas en los archivos de MP3 se ha convertido en un estándar en el último lustro, aún recuerdo las interminables horas que tenía que dedicar no hace tanto para rellenar los campos de aquellos archivos que me descargaba y tenían las bonitas descripciones de; track 01, artista desconocido, álbum desconocido... Desde hace un tiempo esto ya no es así y la identificación está bastante normalizada y los campos ya no precisan de edición y etiquetado, todos excepto el género. Lo que es Rock para uno, es Pop para otro, o Rhytm and blues o Pachanga... , porque lo esencial es que cuando se quiera acceder por la necesidad de un tipo de música, no por un autor o disco concreto, la selección sea posible. Y de ahí la importancia de este etiqueta y de ahí mi reflexión de anoche.
De momento 5550
En una discoteca que cuenta con 5550 álbumes clasificados y perfectamente ordenados (más un disco externo con una Tera pendiente de gestionar) el uso de tamaña colección es muy variado y esclavo de muchas situaciones diferentes. Las fiestas y el amenizaje mediante un fondo sonoro es una de ellas. La divertida función de DJ es una actividad que vengo practicando desde que tengo uso de dispositivos musicales, jamás se me pasaría por la cabeza hacerlo en discotecas porque no soy un pincha llenapistas y la música Disco no es más que una pequeña parte de las opciones que están disponibles para musicar una fiesta. Me inicié en esta función desde el aburrimiento que me producían generalmente las elecciones musicales de mis anfitriones y en la comprobación de que a la mayoría de las personas no le importa que otro se ocupe del cometido mientras no sea excesivamente marginal o esquivo en su repertorio, y con los años se ha convertido en algo natural y esperado por mi círculo de amistades: hay fiesta, Ferrán se encargará de la música. De todo ello no hay que inferir de ningún modo que el encargo sea un monopolio, la actividad permite, genera, agradece y aplaude las incorporaciones frecuentes, las aportaciones de Aída, Núria y el añadido de los pedidores recurrentes como Alfons, hacen del producto elaborado una combinación más rica y adecuada.. Y los que se quieran añadir.
En faena
El "empleo" precisa de amplio repertorio, de suficiente atención a las demandas expresas, o percibidas, de la concurrencia, y disfrute del mismo, y creo que cumplo con todas ellas. Ayer decidí incorporar el género Pachanga para hacer todo ello más fácil y estuve desglosando las características que un tema debe cumplir para estar incluido en él: lo básico, que sea conocido, sin esa cualidad el mejor tema del mundo genera una distracción excesiva en el fluir de la fiesta, lo recomendable, que sea evocador, un tema Pachanga tiene que provocar sonrisas de rememoranza gozosa en al mayor número posible de concurrentes, lo excelente, que sea muy bailable, una fiesta sin adultos moviéndose en posturas que al día siguiente le resultarán, como mínimo, graciosas, no es una fiesta que se precie. Y lo perfecto es que además, sea buena música, aunque eso ya es mucho más difícil.
La fiesta se embarca
La ecuación está servida y el empeño iniciado, la tarea sería más cómoda si existiera algo que hace años que echo en falta, la posibilidad de etiquetas múltiples, un álbum de Heavy, por ejemplo, puede contener tranquilamente algún tema que, sin dejar de pertenecer al género del conjunto, y debería poder  etiquetarse como Balada o Pachanga (lease Winds of change, de los siempre muy prescindibles Scorpions), pero como de momento esto no es posible tendré que optar por el pragmatismo y decidir por la etiqueta que mejor defina el uso de la música y no su descripción más fidedigna u optar por acuñar la etiqueta de Pachanga en algún campo no usado de los créditos de las canciones, al fin y al cabo clasificamos para encontrar, no lo olvidemos.
La movida engendró personajes, ojo a Pedro A
Canciones que se han convertido al nuevo género desde hoy y que justifican su acomodo en mi discografía por el uso que van a dar en las fiestas:
Primero y de forma preferente, un montón de temas que eran de Pop español y que han sonado y sonarán de forma exitosa: Alaska, Radio Futura, Gabinete, Siniestro, Nacha, Café Quijano, Loquillo, Duncan Dhu, Ella Baila Sola, Glutamato, Jeanette, Manzanita, Os Resentidos, Parálisis, Los Secretos, Semen-Up, Tequila, Los Brincos, Los Mustang, La Unión, Alejandro Sanz, Orozco, Amaral, El Canto, Dover, Celtas Cortos, Estopa, Fito, Jarabe, Delinqüentes, El Último, .... Ni todos sus temas ni todos en la misma proporción, pero este nutridito saco de músicos tiene un buen número de canciones que cumplen a la perfección con las cuatro premisas expuestas y han sido testadas de forma exitosa en el pasado. La música española Pop de los últimos cuarenta años forma parte de nuestras vidas y nos resulta muy oportuna para establecer complicidades festivas sin esfuerzo, Adjudicadas quedan.
Umberto un tanto postizo
Un segundo grupo muy resultón y que incluye el tema que hizo que Sergio (un saludo company) abandonara por un momento su hieratismo plácido y se marcara unos contoneos, es el colectivo mediterráneo no español, los roncos baladistas italianos, algún griego setentero y la oportuna y recurrente "Chanson" ofrecen un nicho fecundo de sones fiesteros, no es preciso enumerarlos porque desde Adamo hasta Ramazzoti, pasando por Pappalardo, Demis o Tozzi, son de sobras conocidos y quien mas y quien menos guarda secuencias dulces o emocionantes en su memoria que desfilan bajo sus sones.
Cómo no nos va a hacer bailar?
No podía faltar en esta modalidad musical de guateque el grupo de los reyes de pistas atemporales, los de la época Disco, los reyes del Rock and Roll, o los amos del Soul con voz de terciopelo, las bandas del Philadelphia, incluyendo Ska o Reggae como fuentes tradicionales para lograr que los hombros se pongan en movimiento sobre la pista. Una comunidad surgida sobre todo de la música negra y que constituye otro modo eficaz para sortear los sonidos desangelados que solo rompen el silencio pero que no acunan el jolgorio. Surgen en cualquier mente los nombres que optarán a estar aquí incluidos, los Jackson, Marley, Redding, Andre Williams, Preseley, Little Richard, Aretha, UB40, Smokey y compañía, nutrirán con su poderoso, a veces, sensual, otras y siempre completo, sonido las horas alegres que todo guateque debe rellenar. Este grupo es en el que complementar con la etiqueta Pachanga se hace más difícil ya que a muchos de los que aportarán temas les tengo una consideración musical máxima y no quisiera que eso les trivializase en absoluto.
El gran Harry Nilsson, nos canta y viajamos
Por último nos vamos a la música de los músicos, o las bandas, que han acuñado algún, o algunos himnos generacionales que nos han marcado en mayor o menor medida a casi todos.
En algunos casos por simple repetición en escuchas obligadas por su difusión (Final countdown de los crespados Europe sin ir más lejos), en otros por estar circunscritos a películas míticas para los que tenemos entre treinta y sesenta (Harry Nilson en su Everibody's talking de Midnight Cowboy, imprescindible) y así un sin número de piezas que identificamos a los dos segundos de empezar a sonar. La mescolanza es extrema, desde "basura gomosa" infumable en cualquier otro momento a obras geniales que podemos tener en escucha sin parar, pero todas ellas cumplirán su misión, todas crearán nexos en el colectivo participante. 
El éxito salta a la vista, hay pasión musical
Además de todo lo citado el Itunes siempre tendrá una oportunidad de hacer surgir alguna canción Pachanga desde otros lugares, la aportación de las solicitudes, las colaboraciones y la propia inspiración del momento hará que emerjan agradablemente aportes no previstos y que contribuirán de forma eficaz al guión de la banda sonora que ambienta la fiesta.
Una castañada de brujas y vampiros, suicidas y seres siniestros, celebrada fuera de calendario ha posibilitado esta entrada, unos amigos que la han llenado con su calidez y bonhomía la han hecho memorable, y la música una vez más, es la responsable.
La fiesta de la música, la música de la fiesta

18 comentarios:

  1. Para mí la música también es muy importante (nada sería igual sin ella) aunque tengamos gustos muy diferentes siempre he encontrado música de mi gusto entre esos 5500, aunque el comentario "Winds of change, de los siempre muy prescindibles Scorpions"... prescindibles pero nunca en sus baladas!! ;)

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  2. Tens adjuntat el Mercado de Espejismos, quina grata sorpresa, és el meu autor de referencia aquest any i just m'estic llegint la novela que dona nom al blog. Has vist el video del F. B. Reyes tocant la guitarra amb el Sabina i el Miguel Rios....una abrasada

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  3. @Olga las baladas de Scorpions.... como todo lo que tocan, o vas perturbado o no cuelan.

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  4. Aida dijo:
    Tienes agregado el Mercado de espejismos, qué grata sorpresa, es mi autor de referencia este año y precisamente estoy leyendo la novela que origina el blog. Has visto el vídeo del F. B. Reyes tocando la guitarra con Sabina y Miguel Ríos.. un abrazo
    @Aída,
    El blog de Felipe lo descubrí gracias a ti y lo sigo de forma habitual, me gusta verte por aquí.
    Un beso

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  5. Confieso sin pudor mi absoluto desfase en cuanto a musica en formato digital. Soy de los que todavía compran CD's (no soy de los de la "secta del vinilo", tal y como los calificó Diego Manrique). Por lo tanto, no llego a esas 5000 piezas ni de coña.
    Tendré que actualizarme.
    Por otro lado la pachanga tiene un lado peligroso, y es la pachanga manida y sobada (la de cualquier bar). La otra, la pachanga fresca y por descubrir, esa tiene mucho mérito
    ¿se acepta como pachanga Aerolíneas Federales?

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  6. Hola M.A.,
    En eso de los formatos somos contrapuestos, adoraba los vinilos, como objeto y como medio, aunque me han costado demasiado dinero. El CD siempre pensé que tenía los días contados ya que surge al principio de la carrera de sistemas de almacenaje digital y sus caracerísticas (lentitud de grabación, quemado físico y falta de fiabilidad de acabado) lo tenían condenado antes de expandirse. El almacenaje en memoria física también será engullido por la nube pero yo me planto ahí, me gusta tener lo mío en mi casa y no depender de conexiones para acceder a ello. No obstante todo eso son menudencias al lado de lo que importa, el difrute de la música.
    Lo de Aerolineas ya estaba incluido pero no citado, por supuesto!!
    La pachanga merece escucha cuando es autoseleccionada, lo de los bares es "pochonga" ;)
    Saludos

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  7. Y fundamental, que tenga estribillo, el estribillo empuja a los menos atrevidos a sentirnos cantante por un día y ahí vamos.
    Creo que es básica la etiqueta, yo me decanto por introducirla en un campo que no utilices para poder poner cualquier genero musical dentro del subgenero, pero no me convence lo de pachanga, creo que haría un par o tres de clasificativos de fiesta, vease...: "fiesta cuarentones con ganas de bailar", "fiesta cuarentones con ganas de conversar", "fiesta... fiesta". Bsos

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  8. Hola Mimaría,
    Que tenga estribillo ayuda bastante, debo admitirlo. Lamento que no te convenza la etiqueta porque se va a quedar así, pero en como opción en un campo aparte, la música de fiesta es pachanguera por definición y a pesar de tus bonitas propuestas me gusta más la mía porque creo que la define mejor.
    Un beso

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  9. Ayer cuatro amigos antiguos y yo recibimos mi cumpleaños en un pequeño estudio-habitación de invitados que he adaptado en casa. Iniciamos a las 10pm con Queen, desde sus inicios, el "concert for george" con Paul, Clapton, Billy preston y los tremendos músicos del concierto, el live aid, led zepellin, Jannis Joplin... si así empezamos te imaginarás a las 3am lo que era el estudio. Por eso la entrada extraña y tan distinta de ayer.
    Por cierto con la música de "fiesta" siento que sí que requiere un bolso grande para agruparla, una vez dentro se irán juntando con las que mejor se lleven, para mi ciertas canciones tienen vida.
    Un saludo y me ha encantado tu post. (El dedicado a Simoncelli y las motos también me gustó mucho pero esos días fueron rápidos y sombríos, queda pendiente mi comentario)
    Saludos siempre afectuosos Ferrán!
    Sandra.

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  10. Hola Sandra,
    Sabes que siempre es un placer verte por aquí, y me gusta mucho que sea en este post tan de goce puro, la lista de tu música de Pachanga me parece fantástica y con ese buen gusto en la bolsa seguro que van a llevarse muy bien.
    Saludos y no dejes de escribir, que se echa en falta!!!

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  11. Hola, Ferran. He de deciirte que he encontrado mi género: la pachanga. Para mí es el género del que pueden disfrutar tanto los que entienden de música, como los que no entendemos tanto. Buena idea etiquetarlo como tal. Nos vemos.
    Irene Bodega

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  12. Irene!!!
    Qué alegría encontrarte por aquí, creo que si tuviera un ranking de comentarios (cosa tonta porque para el que escribe un blog, el hecho de captar el interés no se puede medir, y por ello no lo tengo) te llevarías el premio, has captado perfectamente el sentido de mi entrada. Viva la pachanga, es la música hecha amistad compartida y momentos únicos.
    Gracias por venir

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  13. Hola Ferrán... : )))
    Tienes un blog espectacular.Me has dejado boquiabierta.
    Con respecto a la foto decirte que por mi parte la puedes usar sin ningún problema.Desconozco su procedencia pués es una más de las que me pasan mis amigos para que me sirvan de inspiración de lo que escribo.
    Supongo que será encontrada por azar en Internet.
    Un abrazo.
    LOLA

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  14. Hola Lola,
    Dobles muchas gracias!!!! Por tus loas y por la foto. Pásate por aquí siempre que quieras,ya sabes.
    Un abrazo :)

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  15. Me ha costado leer la entrada por su evidente 'brevedad' ;), pero ahora que lo he conseguido por fin, no tengo más que darte la enhorabuena! Buen análisis sobre las 'sinrazones pachanga' del ser humano.

    Por cierto, me ha soprendido lo del teatro... De verdad no te gusta? Supongo que le habrás dado ya muchas oportunidades...

    Lo de la música en las reuniones lúdicas me ha recordado a una entrada que estoy preprarando para mi blog sobre las el blues y las 'fiestas del alquiler'.

    Un saludo, compañero!

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  16. Hola Manu,
    Ya me gustaría que tus entradas tuvieran mi brevedad :P.
    Lo del teatro es una asignatura que no conseguiré aprobar, lo he intentado en numerosas ocasiones y la experiencia no me atrapa, no consigo meterme en el texto y no veo más que a personas recitando palabras, debe ser una carencia sensorial genética o algo así, afortunadamente me quedan muchas cosas para disfrutar y lo llevo con bastante soltura.
    No me hagas esperar mucho con esa entrada de las "fiestas del alquiler" que seguro que me gustará, aunque no sea muy larga :PP.
    Saludos maestro

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  17. jejeje...brevedades o larguezas, lo importante es leer buenos textos, aunque sea en el teatro ;-P

    Abrazos

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  18. Manu,
    Absolutamente de acuerdo, no "compramos" los textos por el peso, pero cuando se disfrutan, se agradece la extensión, simplemente porque haymás tiempo de goce.
    Un abrazo
    No creas que no volveré a ver alguna obra, pero si prisa, cuando se preste una buena ocasión

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