Un espacio de viajes entre la música y palabras

Es que una vez más la música es la responsable

sábado, 31 de diciembre de 2011

Hijos de Robert Zimmerman

VOZ Y PALABRA
Tengo la idea de esta entrada desde hace un par de meses, desde que, como cada año, surgieron rumores sobre una posible concesión del Nobel de literatura para Dylan y este hecho se reflejó, apoyando la idea, en un blog de los que sigo de forma habitual, La ruta americana. La entrada, como es habitual, bien escrita por Fernando Navarro, fue comentada por unas decenas de lectores y podría decirse que las opiniones estaban divididas entre partidarios y detractores de la concesión, mi sensación personal es que correspondían a amantes de la música de Dylan y ignorantes de la misma o de todo en general, con alguna excepción pero en líneas generales era así.
Don Alfredo
Defender su poesía me parecería una ofensa hacia aquellos que la disfrutamos y una pérdida de tiempo para los que la menosprecian y por ello omitiré cualquier alusión. A mí que le den el Nobel, o la hora, me importa un bledo, creo que la música y poesía que nos regala ya le ha dado suficiente reconocimiento y dinero como para que el hecho importe un comino. La ignorancia osada siempre tiene el efecto de provocarme sorpresa y allí, en el claroscuro del anonimato que confiere la red, salían unos cuantos tipos negándole el pan y la sal (la poesía y la música, o viceversa) al setentón que hace medio siglo abandonó la universidad para instalarse en NYC y poder ver a su ídolo Woody Guthrie y después se convertiría en uno de los iconos más trascendentes de la cultura popular del siglo XX. Esta entrada no circulará exclusivamente por Dylan, la intención de la misma es intentar glosar a través de unos cuantos grandes músicos la enorme influencia que ha representado el tipo en la música y los músicos.
Bob mirando al futuro con algo de pose calculada
Quede claro que la herencia que reciben los  músicos citados no es ni formal ni musical, es un legado conceptual que todos ellos saben hacer propio, Dylan es muy grande por muchas cosas y desde su grandeza ha permitido que la música popular evolucione y acoja a los trovadores, los hombres de voz y palabra, como parte natural del escenario musical, ese es uno de los grandes legados y pondré algunos ejemplos de artistas que seguramente, de ahber existido, serían muy diferentes sin la influencia de Dylan.
EL HIJO MAYOR. Como esta entrada no tiene pretensiones científicas vamos a admitir la posibilidad de que exista un hijo con más edad que su padre, la explicación es simple, Leonard Cohen, siete años mayor que Bob, empieza su carrera seis años después que éste y con un inicio muy pausado, y su trabajo siempre se ha desarrollado de forma más tardía que el de su "padre". El poeta canadiense es un hijo puro de Bob, surge a la estela del refloreciemiento del Folk que se produce gracias a Dylan y ha evolucionado en su carrera en líneas similares, la única etapa que no ha seguido para anda ha sido la rockera, Cohen siempre ha sido un poeta que cantaba sus canciones y a pesar de ser referencia de mucho roqueros (ya comentaba en la entrada My Way, sobre la cantidad de músicos que le versionean y le siguen) nunca se ha puesto al frente de una banda de ritmos potentes y riffs poderosos como podía ser The Band, en esa época maravillosa de Dylan en la que saca uno de sus mejores directos, el Before the flood (1974).
El hijo mayor es bastante mayor
Cohen no tiene disco malo, como casi todos los hijos que se citarán en esta entrada, pero creo que es deber de blogero hacer alguna recomendación dirigida a los posibles marcianos que me lean (no concibo que haya algún ser humano que no conozca a Leonard Cohen) y que quieran adentrarse en la personalísima obra del poeta. Indicaremos dos, una de la época más dylaniana, en sus principios y que es un vinilo que me acompañó en muchas jornadas solitarias y que me asoló en muchas noches acompañadas, el Songs from a room (1969) es un disco precioso repleto de temas que apelan a nuestra alma, en este sentido mantiene una gran sintonía con el Dylan intimista del Another side of Bob Dylan (1964). El segundo trabajo de Cohen solo ha tenido un defecto desde su creación, y es el no contener la canción "Suzanne" que fue la que le dio a a conocer, aparte de ese detalle menor es una obra maestra a la que el tiempo no solo no ha desmejorado sino que ha dotado de la pátina que las obras clásicas incorporan.
I cannot follow you, my love,
you cannot follow me.
I am the distance you put between
all of the moments that we will be.
You know who I am,
you've stared at the sun,
well I am the one who loves
changing from nothing to one.
(You know who I am)
El segundo álbum recomendado es el maravilloso Live in London (2009) con el que el "anciano" muestra su sabiduría musical y escénica, un doble CD o DVD en el que asisitimos a un concierto perfectamente concebido y ejecutado, la introducción de la mandolina en el temazo "Who by fire" es uno de esos momentos en los que uno se pregunta como se puede vivir sin música, qué sentido tendría todo si no existiera?. Un hombre que canta sus palabras y que musica mis momentos desde siempre. El poeta no se jubila, está a punto de lanzar su doceavo trabajo original de estudio, después de ocho años, Old ideas (2012) en enero próximo, estaremos ahí para recibirlo como se merece.
EL HIJO PRODIGIO. Es muy difícil que un artista sea genial en la fase que todo creador debe pasar de imitación de sus referentes. De ahí que le considere un prodigio, de ahí y que es un monstruo en el mejor sentido de la palabra, claro!. Los inicios de Bruce Springsteen están definidos en un par de álbumes en los que la sombra de BD es tremenda, fruto de una burda maniobra de la productora y de una admiración y querencia personal que confluyen en que sea así, lo fantástico de todo es que tanto el The wild, the innocent and the E street shuffle (1973), como el Greetings from the Ashbury Park (1975), son dos enormes trabajos de un creador, adylanados hasta las cachas pero con todo el genio de ese hombre sensible y potente que es Bruce.
El Boss comprobando la trasera del Greetings
Los dos discos funcionan, algo extraños en la discografía del Boss, muy bien y el motivo es que Bruce ama esos trabajos como un poseso, los escribe en fase de crecimiento personal y yo no hubiera quedado fuera de sus seguidores si su carrera hubiese seguido esos derroteros. La entrada del Greetings es uno de los homenajes más hermosos que un hijo puede hacerle a su padre, la preciosa Blinded by the light incorpora los fraseos vocales más caracterísiticos de Bob y Bruce los hace suyos, el resto del disco está a la altura y en las reescuchas recientes, primero para la entrada Hometown y ahora para esta, he vuelto a disfrutar sobremanera del joven Springsteen, como está muy reciente la entrada monográfica no quiero extenderme más en él, tan solo mencionar que la herencia de Dylan está muy presente en el genial Nebraska (1982) y en el Devils and dust (2005), el maestro no olvida sus orígenes y, estas veces desde la voz propia, vuelve con sentimiento de tanto en cuando a su faceta más pura de trovador. Como ya se encarga Aranza no tengo que estar pendiente del, también próximo, lanzamiento de un nuevo disco del Boss (aún sin titulo, si no estoy mal informado). Estaremos también ahí para empaparnos de él, con suerte, y lógica, será antes de los conciertos de Barcelona y si no, servirá para recordar su recital.
EL HIJO COMPARTIDO. La cortísima carrera musical de Jeff Buckley nos ha dejado con la icógnita de la deriva que hubiera tomado el artista, este caso es el de un músico claramente deudor de la impronta musical de su padre biológico, Tim Buckley es un artista menor que tuvo cierto eco mediático en su vertiente inicial como cantante Folk, su tercer álbum fue un éxito relativo y lo más característico de Tim eran los alardes vocales con lo que adornaba sus canciones (su voz abarcaba tres octavas y media) y que normalmente empeoraban los resultados, a pesar de estos referentes y de que prácticamente no lo vio jamás (Jeff cuenta que solo recuerda haberle visto una vez a los ocho años poco antes de su muerte, también prematura y por sobredosis) el cantante se cambió el nombre y apellidos, de Scotty Moorhead (apellido de su padrastro) pasó a ser Jeff Buckley, Un gesto muy significativo que se une a un final de la vida similar en edad y circunstancias al de su padre y que nos indica que a pesar de la "escasa" talla artística del progenitor, Jeff lo tenía como referente. Pero no olvidemos que es un hijo compartido (con tanto padre, el biológico, el padrastro y el musical, no es de extrañar que estuviera confundido toda su vida) y el otro es Bob Dylan, Jeff tuvo una carrera musical de un solo disco oficial, Grace (1994) y un total de seis años mal contados y en la que se nutrió de multiples referentes, no solo Bob, como el músico pakistaní, Nusrat Fateh Ali Khan algún día habrá que hablar de el, es otro fenómeno mundial que no todo el mundo conoce), Robert Johnson o Siouxsie.
El guapo de Jeff
En su época previa a empezar a grabar algunas cosillas realizaba conciertos en clubes de Manhattan y hacía versiones de varios artistas, entre ellos Dylan y Cohen. El el 94 consigue grabar finalmente y Grace es el único disco acabado de su carrera, moriría ahogado tres años más tarde mientras estaba embarcado en la grabación del My sweeetheart the drunk del que se editaría un disco con los temas acabados hasta la fecha y algunos outtakes. El impacto que Grace tuvo en su momento fue descomunal, tanto en el público como sobre todo entre sus colegas de profesión, tipos como Jimmy Page, Dylan o Bowie lo ensalzaron como uno de los discos referenciales de la década. Además del eco dylaniano en la preponderancia de la voz y la palabra en todo el álbum (hay algún alarde vocal en reconocimiento a su otro padre, del que heredó una voz con igual capacidad) que es muy significada, encontramos la versión de Hallelujah de Cohen más intensa que pueda escucharse. Como ya comentaba al principio no se sabe el ámbito propio que hubiera acabado por desarrollar el cantante pues las pistas que nos da su trabajo inacabado son confusas, el arranque del Sketches con The sky is a landfill posee un fraseo nasal de lo más Dylan y a continuación algún gorgorito Tim... En cualqueir caso la realidad son un puñado de canciones imprescindibles de un heredero aventajado y desaparecido. Obviamente no hay noticias de ningún álbum nuevo, digamos que la industria de lo necrológico está ocupada en buscar tomas perdidas de Amy y en dosificar las ediciones de los bootlegs de Davis (si no lo nombro me da urticaria).
EL HIJO PERTURBADO. Unas líneas atrás afirmaba que ninguno de los músicos que glosaría tenía un disco malo, lo mantengo pero en este caso con la boca pequeña, un loco capaz de firmar una obra maestra como el Ashes and Fire (2011) justo el año después de sacar el "peculiar" Orion (2010) tiene que ser alguien completamente perturbado, Ryan Adams lo es, sin ninguna duda, y algunos incidentes personales, algunas épocas de un consumo desaforado y otros detalles más propios de prensa amarilla lo confirman, pero aqui estamos hablando de su obra y de la influencia recibida. A la edad de 20 años forma los excitantes Whisskeytown, un grupo de AltCountry (la etiqueta tiene delito!!) con muy buen nivel, con un razonable éxito y con una trayectoria de tres discos solidos y bien ejecutados, en ellos ya encontramos los desgarros vocales con los que Adams forjará su identidad musical en la vertiente intimista. Seis años del grupo no resultaron suficiente actividad para Ryan y en los dos últimos fabrica dos de sus mejores discos, Heartbreaker (2000) y Gold (2001), ambos forman parte de la discografía escogida de muchos, entre los que me cuento, el protagonismo de la voz es brutal y el espíritu del padre recorre los tracks sin descanso. Casi diría que el To be young (Is to be sad, to be high) es una parodia de Bob, no lo digo, porque el tema es muy bueno y las parodias casi nunca lo son, pero es espectacular encontrar la "nariz cantante" de Dylan con frescura juvenil a esas alturas del siglo, pero los dos discos son mucho más, muchísimo más. El surtido de canciones que el poeta (tiene un par de libros publicados con muy buenas críticas) nos suministra en los dos discos es extraordinario, una de ellas, una de tantas preferidas es una balada preciosa con un título que firmaríamos unos cuantos: The bar is a beautiful place. Así, sin complejos que somos los cachorros del rock and roll y le cantamos a la noche y a las miserias.
En la grabación del Orion Ryan andaba algo descolocado, o colocado
Where the hookers and thieves and the junkies play
It's a circus round here for sure
And I worry about how I'm fitting in
If I only had her
And I know my friends they worry about me
I can see it written on their face
But despite anything I might have said before,
The bar is a beautiful place ...
La trayectoria del norcarolino hasta la fecha tiene muchos claros, algún oscuro y mucha música. Forma otro grupo para alternar con sus discos en solitario, The Cardinals y el aliento de Dylan no ha abandonado su canto en ningún momento, Ryan es un cantante prodigioso que le concede a sus cuerdas vocales el rango de instrumento estelar que se merecen y es un poeta que canta sus versos con el convencimiento y la pasión que solo tienen algunos elegidos. Dos décadas después y en medio de un apagamiento progresivo de su carrera estalla el citado Ashes y nos vuelve locos a todos. Si hiciera una lista de discos de 2011, que nadie dude de dos cosas, no la voy a hacer y ese disco estaría en ella aunque fuera una lista de muy pocos discos. La expresión "renacer de sus cenizas" es la que se ajusta a este "cenizas y fuego", hay tanto rescoldo que ha estado aletargado estos últimos años, hay tanta fiereza poética, hay tanto de todo y tan bueno que no se puede ignorar este álbum de ninguna manera. El gran Adams está de vuelta y esperemos que sea para quedarse. El tema "Come home", con ese cantar: So come home, come home, You built those walls to hide your fears inside, We were younger then it’s safe now to come outside. Lo tiene claro, la vuelta al hogar como regreso a su esencia. Kindness, Save me, Ashes and fire, podría mencionarlas todas, todas son fantásticas. El género Farmer en estado puro. Tampoco en este caso, con lo calentito que está el último, hay noticias de nueva obra.
EL HIJO BIOLÓGICO. Siempre me he preguntado si sería capaz de repetir la profesión de mi padre, aunque fuera artística, y tiendo a suponer que no, que mi feroz querencia por la independencia en todos sus niveles es incompatible con el integrarme en una saga de cualquier tipo. Es obvio que tener un padre artista incrementa sustancialmente la posibilidad de que las sensibilidades creativas afloren y es el caso de Jakob Dylan, a pesar de que podría pensarse lo contrario no es un seudónimo ya que Bob se quitó el Zimmerman mucho antes de ser padre de Jakob. La trayectoria de Dylan Jr. es un ejemplo bastante diáfano de búsqueda y rechazo hacia el padre, durante años esconde su apellido en la formación de los Wallflowers de la que es el único miembro estable, o sea una pantalla para no aparecer como el hijo cantante del padre cantante. Su recorrido musical también sufre de la contaminación de esta ambivalencia, estamos hablando de voces y las de padre e hijo pueden sonar muy parecidas y así suenan en algunos momentos.
Jakob, quiet man
Podría parecer que los méritos de Jakob para estar en esta entrada se remiten de forma exclusiva a su ADN, pero no es así, su calidad musical es notable aunque algo irregular, me encantan sus dos primeras obras (se puede tener dos primeras obras?) el disco homónimo The wallflowers (1992) y el Seeing things (2008), éste último es el primero donde deja aparecer el apellido en portada y lo firma en solitario. En ambos hay mucha música escondida entre temas más convencionales, pero lo que no es convencional es la capacidad de Jakob para interpretar sus canciones y hacernos disfrutar. El ritmo de edición de trabajos no ha sido heredado por el tipo, en veinte años ha sacado apenas siete álbumes, cinco con TW y dos en solitario, el segundo es del año pasado. Es un músico que me ha interesado menos cuanto más éxito ha tenido pero que siempre es susceptible de ser escuchado sin problema, mi sensación personal cuando lo hago es que es un tipo que siente la música pero que huye de pensarse a sí mismo con la trascendencia que otros colocan a su obra. Una cosa tipo: hago un disco, una girita, me gano la vida, disfturo con ello, estoy con mi familia, escribo unas canciones y voy viviendo sin caer en locuras voraginosas que me aparten de las cosas que realmente me interesan, es lógico entender que la fascinación por ser famoso ya la ha conocido antes de escribir su primera canción, y ese discurso, casi diría hogareño, "menor", es de las cosas que más me gustan. Sus letras tienen bastante nivel y en algunos una socarronería muy oportuna, abre su Seiing con este tema:
May be in a palace it may be in the streets
May be here among us on a crowded beach
May be asleep in a roadside motel
But evil is alive and well
When midnight's done and the day won't start
And all I ever gave you was a broken heart
It's hard to admit but it's easy to tell
That evil is alive and well
Algo así como una constatación deprimente y algo religiosa (cosas de familia) a través de ese juego de sentidos entre el Bien y el Mal y el estar bien. La palabra en la voz, un músico que se acomoda perfectamente en mi discografía. No hay noticias de lanzamientos próximos, no vayamos a estresarnos.
EL HIJO MENOR.  Cerramos el círculo de descendientes con el benjamín de los hijos identificados y descritos en esta entrada, en realidad hay muchísimos más (Hijo Bastardo: Ben Harper, Hijo Desconocido: Joe Henry, Hijo Ilegítimo: Tom Waits, todos ellos serán glosados como se merecen en algún momento) pero estos son los que quería comentar. Los hijos pequeños somos bastante peculiares, como nos encontramos el camino muy trillado por nuestros hermanos nos permitimos, y nos permiten,  algunas excentricidades especiales.
Fink susurrando
Este es el caso de Fink, el inglés Fin Grenall, un cantante dotado de una magnífica voz y que el se empeña en mostrar de forma casi exclusiva en susurros. Si no fuera el pequeño podría ser también el desconocido porque el eco de su obra, en España como mínimo, es muy pequeño y totalmente injusto con su valía. Para mí fue una agradable sorpresa encontrarme un tema de su último disco en un episodio de mi alter ego, House, ya he comentado más de una vez el buen gusto que tienen los productores de esa serie. La evolución musical de Fink ha sido constante y mínima desde el Fresh produce (2000) hasta el quinto y último disco Perfect darkness (2011), es un autor lento que tiene mucho amor por los trabajos bien acabados. En éste último ha ampliado ligeramente el registro vocal pero siempre desde ese canto casi recitado, como en una charla íntima que enfatiza hasta el máximo los recursos de su aliento. Si alguno de todos los protagonistas de esta entrada merece que sea más reconocido es este sin duda, la aparición de músicos con un lenguaje personal, nuevo y de calidad es un hito excitante en la vida de todo melómano. Como ya hablé un poco de él en la entrada La guitarra tras la voz, la música en el campo no creo necesario extenderme, en todo caso es otra gran voz que surge a la estela de Dylan, aunque seguro que más de uno no encontrará relación alguna con el estadounidense mi tesis es que este tipo de artistas no hubieran podido surgir y asentarse si Robert Zimmerman no se hubiese convertido en Bob Dylan. Con disco en 2011 y su ritmo tampoco hay nuevas sobre proyectos en marcha.
Gracias Bob, eres uno de los grandes y este es mi homenaje, reconociéndote a través de tus hijos.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Pon al Comidista en tu mesa... por Navidad

Este no es un blog gastronómico ni esta entrada pretende glosar aspectos de esa actividad. Hablaré de elaboración de alimentos y de recetas, pero tan solo como vehículo del tema de la entrada, y éste no es otro que la crónica de una actividad a la que nos estamos dedicando en estos momentos los millones de afortunados occidentales que son poseedores de tres cosas: familia, dinero y humor. En esta cosa que llamamos las fiestas navideñas las personas nos abducimos por los efluvios de un conglomerado de circunstancias, algunas felices otras menos, como la tradición, el bombardeo del marketing comercial, la sensación de fin y recomienzo de algo, el apego a los nuestros que están y el recuerdo de los que no están y cierta propensión inconsciente a llevar puesta la sonrisa con más frecuencia.
Algunos de los productos a su llegada a la cocina (el romero en el centro)

Día anterior - 13:51 horas.
Aún en fase de compras, faltan algunas cosas que han surgido de la elección de los entrantes del menú de Navidad, este año recibimos nosotros y seremos seis adultos y cuatro menos adultos, el plato estrella estaba decidido desde hace semanas, desde que leí la entrada ( http://blogs.elpais.com/el-comidista/2011/11/rosbif-curado-con-mostaza-y-romero.html ) y supe que yo cocinaría ese plato, la posibilidad de que fuese el elegido para esta día era alta y pasaba por superar una prueba anterior. El éxito del primer intento zanjó la cuestión,  ya teníamos el segundo plato y los platos previos los decidiríamos un par de días antes a partir de las recetas del libro del Comidista. Finalmente ha sido esta mañana a la vuelta de recoger los filetes encargados hace días, dos preciosas piezas de algo más de kilo y medio. Hemos optado por una Tarta de cebolla caramelizada (página 55 del libro del Comidista) y unos Triángulos de queso picante (página 223), para acompañar la carne una Salade cuite (página 57) que tiene una pinta fantástica. El postre está por decidir pero MiMaría tiene un extenso surtido repostero y ya veremos. He tenido que ir al Corte en busca de la Harissa, las guindillas frescas y los pimientos de colores para asegurar el tiro y no andar buscando por el barrio que estas cosas tan raritas que pone el Comidista no se encuentran así como así.
Que bonitos los pimientos, qué verdura tan maravillosa
En el súper coincidimos tres maridos con lista de papel en la mano, ¿dónde está el romero?, se ha acabado, preguntamos a un corteinglesero y pone cara de duda... Tal vez quede algo dentro, vuelve con cara de circunstancias, "nada de nada", uno de los tres dice con cara de pánico "No puedo volver a casa sin el romero!!. Aparece otro empleado y dice, hay seco en bolsa. Salvados!. En cuanto estemos los dos nos pondremos con la preparación de la carne que tiene que reposar un mínimo de 12 horas antes de hornear. Atendiendo a la recomendación musical del libro del Comidista la mañana ha estado acompañada por la deliciosa compañía de Portishead (Roseland NYC Live) más el bendito de Ryan Adams que con su Ashes and fire es presencia permanente en casa.

La harissa en el momento de su debut, que maravilla!

Día anterior - 17:56 horas.
La cosa se ha complicado un poco, ha vuelto MiMaría y no había encontrado pasta filo, descarga las cosas y decidimos que es mejor buscar un poco más en el barrio y no dejar para la tarde temas pendientes. Cero absoluto, no hay en ningún sitio. Moto, y al corte. Está bastante mejor que por la mañana pero sigue habiendo gente aprovisionándose como si el mundo se acabara hace cinco minutos. Voy a refrigerados, los anaqueles empiezan a notar el efecto de la rapacidad de los clientes y se ven algunos huecos que no da tiempo a reponer. La nevera de las masas está bastante surtida, diferentes marcas, diferentes tipos, un solo hueco yermo de existencias, el que según reza la etiqueta, contenía la pasta filo. Que no cunda el pánico, requiero a un empleado que me dirige a un compañero de lácteos (debe llevar leche la masa esta) y me dice que está agotada desde ayer.... Todo el mundo hace cosas con esta pasta en las fiestas y añade que por Sant Jordi se agota siempre un  par de días antes. Empiezo a preocuparme, la selección del menú no ha sido tan fluida como para hacer un cambio de última hora, y el tipo deja caer: "Si la quieres congelada..", por supuesto!!. "No sé si quedará, hace un rato había", ya estamos tardando en ir. Llegamos a la nevera y .. quedan dos paquetes, los pillo y respiro. Antes de irme ya se ha cumplido mi vaticinio y el postre estaba decidido por MiMaría, Tarta sin horno de fresas, crema y queso ( http://blogs.elpais.com/el-comidista/2011/04/tarta-sin-horno-de-fresas-crema-y-queso.html ) que ya está hecho en alguna ocasión y que es delicioso.
Preparando los solomillos
detalle del pringue de mostaza
Acabamos de comer y planeamos (ella planea y yo asiento): Preparar el rosbif para que macere, unos huevos rellenos que irán en el aperitivo y la salade que así reposará unas horas y estará picantita. La banda sonora ha estado a cargo de los Farmer destacados entre los delicados, los King of Convenience, repaso a toda su discografía, la jornada es larga.
Día anterior - 23:24 horas.
Algunos elaboraciones en marcha
Casi podemos dar por cerrada la cocina, han sido un montón de horas en faena, la salade está haciendo chup chup, la carne hace horas que macera, los huevos están listos y las tartaletas atienden en la nevera que les llegue la hora de recibir a los fresones, la crema esta vez nos ha quedado superior. Mucho trabajo pero muy relajado, sin imposiciones de horarios, hemos podido cenar con los enanos tranquilamente y nada ha llegado tarde. Un poco aburrida la tarea pero como es en la mejor compañía posible es un aburrimiento bien recibido.

Las horas han de hacer su faena (y la sal y el azúcar, claro)
Mañana nos esperan la tarta de cebolla, eso la cocinera se lo solventa en un plis plas, acabar las tartaletas y abordar los quesos con la dichosa pasta filo de las narices, nada que impida tener una mañana igual de relajada y poder recibir a los invitados con toda las tareas a término. El tiempo en que no ha estado la TV en marcha, una concesión a los enanos mientras "celebrábamos" la Nochebuena, Fink nos ha susurrado a su manera sutil y hermosa.

El día - 08:31
El jugo de la carne casi ha invadido los recipientes
Asomo por la cocina después de unos minutos viendo la red saturada del trendig topic absoluto del día (decido hacer entrada indignada) y repaso, con mirada de orgulloso copropietario de los platos en marcha, el estado de la situación, todo está como debe estar, la carne ha rezumado jugo en grandes cantidades y casi rebosa los recipientes, el bueno de Mikel nos permitió modificar las cantidades, la dosis de sal gruesa y azúcar moreno que deben cubrir la carne para que repose durante la noche no llegaba apenas para una de las piezas y hubo que doblar lo reseñado en la receta.
En breve aparecerán los niños con el paso encaminado hacia el árbol, a ver que ha traído Papá Noel...
La tarta y el queso en fase previa
Esta mañana queda faena para dar y tomar: la tarta de cebolla al completo, los triángulos de queso también en su totalidad y el lavado y horneo de la carne, no está mal. Sin olvidar la preparación de la intendencia necesaria para que la sala acoja a los invitados con doble mesa y todo. La mañana ha machado al ritmazo de los Staff Benda Bilili (Tres tres fort), Paco de Lucía (esea preciosidad de Almoraima) y el gran Jose Merce (Aire y Quebrando el aire)
El día - 14:10
Horror¡¡¡¡¡¡ El tiempo una vez más se nos ha echado encima, decimos el tiempo y es nuestra falta de su manejo.

La cocinera "hablando" con el Comidista
Está todo en marcha pero parece que esté todopendiente (el escribir una entrada de indignado a media mañana no ha ayudado mucho, por más que ha sido toda de un tirón, a MiMaría le ha gustado :)), actividad frenética!!! Es más la sensación de que se va a culminar todo el proceso que un retraso real, no hay tiempo para vacilar. La vital Anoushka nos ayuda a recibir (Traveller)

El día - 14:40
Todo a punto, estamos a la espera del último invitado que está intentando aparcar en alguna zona próxima y parece que le está costando.
Horneando
La mesa luce con los platos, en los rostros están dibujadas las sonrisas correspondientes, hay hambre y muchas ganas de pasarlo bien. Los niños han recibido sus regalos y el timbre anuncia el completar del grupo. Pongo la carne a asar y nos disponemos a comer mecidos por las Lullabies from the axis of evil, oriente en la fiesta de occidente.




Momentos antes de antes

Momentos antes de comer
El día después - 1:32
La navidad 2011 ya es historia. Hemos comido, reído y disfrutado de una jornada completa, todos los requisitos se han satisfecho, ha habido un poco de todo pero sin que apareciera ni un asomo de abruptez. Es el momento de hacer una valoración gastronómica del menú:
Los triángulos de queso: éxito absoluto, han gustado a casi todo el mundo y prometen ser una presencia habitual, son fáciles de preparación y rápidos. Hay aspectos a mejorar, a pesar de los sabios consejos del comidista ( http://blogs.elpais.com/el-comidista/2011/12/cosas-que-no-debes-hacer-en-la-cena-de-nochebuena.html ) es uno de los plato que estrenamos y hemos detectado alguna cosilla que se puede cambiar.
La tarta caramelizada de cebolla: éxito con las reservas habituales de los enanos. Es un plato que los niños no han probado pero ya lo harán, ha quedado muy buena a pesar de que le hemos metido menos horno del que indicaba la receta porque ya estaba, ha sido muy divertido hacerla.
Las patatas fritas no faltan nunca, la última preparación antes de comer

La salade cuite. Brutal! Un acompañamiento perfecto para muchos platos y que puede modularse de picante a elección, nos ha salido suavecita y los adultos la han devorado. Es una pena que el colorido de los pimientos no luzca en el aspecto final porque al hacerla han llenado de color la cocina. Un gran hallazgo.
El rosbif haciéndose
El rosbif. Pitos y aplausos. Al ser descartada mi propuesta de hacer dos cocciones diferentes para los dos solomillos ha habido cierto rechazo por parte de los comensales menos carnívoros hacia los trozos más rojizos, no ha sido un problema porque había posibilidad de ofrecer cortes laterales más hechos. Yo habré comido más de medio kilo acompañándola de la salade y he disfrutado como un enano, no he sido el único.
Las tartaletas. Muy bien, la crema perfecta y el ya sabido tema mejorable de las tarrinas, la masa de galleta no hace honor al postre y ya hemos decidido variar este aspecto con alguna brisa o filo para la próxima ocasión.
El portador del caldo en fase de apertura
El Ribera aportado por los cuñados ha estado extraordinario, un par de botellas de Abadía de San Quirce reserva 2000 y 2003. Fracaso absoluto con los cavas, hasta dos botellas se han ido por el sumidero porque estaban imbebibles, hay que ver como han bajado algunas marcas!!. Los gintonics han sido una buena opción de recambio. La sobremesa se ha alegrado de estar musicada por una preciosa selección del los Kings of Convenience, que, valga la redundancia, han resultado muy convenientes.

Con mi deseo de que haya sido para todos una jornada tan agradable como la nuestra
Y esto ha sido todo, con todo lo expresado en la entrada anterior y siendo consciente de que una comida en familia es un goce que hace que todo este recorrido haya valido la pena. Compartirlo con MiMaría, como siempre, un privilegio que se me puede envidiar sin recato.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Feliz Navidad???

Vamos a ver. Pongamos un poco de reflexión acerca de esa expresión que estos días, de tan intercambiada se diría que es un mantra cósmico que nos situará en el walhalla o Jannat o algo así. Vaya por delante que no tengo nada en contra de intercambiar buenos deseos, ni de que éstos se cumplan, contemplo como positiva la emisión de estas esperanzadas palabras entre las personas, pero.. ¿Qué sentido tienen?, estas y las que normalmente le acompañan: "Y próspero año nuevo".
Feliz. Una palabra que aparentemente no puede mostrar ninguna sospecha de maledicencia escondida, se podría decir que el estado al que los seres humanos, desde la conciencia cultural occidental, aspiran. Pues de eso se trata, la felicidad es un estado que conlleva un desparrame de endorfinas narcotizantes que a veces pueden convivir con situaciones indeseables, el "ojos que no ven corazón que no siente" es un dicho que merodea este concepto que trato de explicar, como soy feliz hurto la mirada hacia aquello que me rompería el cuadro tan bonito que me he construido este día, como soy feliz no tengo tiempo de atender a circunstancias que no estarían acompasadas con mi desborde risueño, etc... Y eso, todo eso, por la "obligación" que viene inferida por el calendario, coño!! es 25 del 12, a ser feliz a espuertas, a derrochar torrentes de joya sideral con todos los que me encuentre, y si puede ser cebándose sin mesura. Y resulta que hay estado que me parecen mucho más interesantes para ser deseados entre nosotros, supongo que la mirada oriental tiene mucho que ver con ello, la primera que viene a mi cabeza es la de equilibrio (supongo que desear Equilibrada Navidad!! no acabaría de entenderse y provocaría una mirada de sospecha en el interpelado), el equilibrio es ese estado en el que el ser humano es poseedor de aquello que le hace vivir en plenitud, afecto, seguridad, ilusión, añoranza, deseo, dolor, empatía, soledad. Con las dosis ajustadas a la esencia de cada uno se me antoja que es mucho más deseable que la felicidad, no quiero ser feliz ignorante, quiero ser un sonámbulo inconsciente, quiero tener de todo para sentirme vivo en el goce y en el esfuerzo, en la dádiva y en el compartir, eso es lo que yo deseo a los que les deseo estos días feliz navidad.
Lucidez. Una cualidad repartida con desigual mesura entre la especie humana y que desgraciadamente se asocia de forma demasiado rápida al existencialismo o movimientos filosóficos que no contienen el sello de la alegría en sus genes, en realidad nadie dijo que los filósofos, con alguna excepción como los epicúreos o algunas disciplinas orientales como el budismo Zen, tengan que ser alegres. Pero pienso que pocas cosas son más interesantes para ser deseadas que la lucidez, esa capacidad para ver el mundo con clave de entendimiento y requerimiento constante, otra vez me opongo al efecto adormecedor de la felicidad, siento que el saber y querer saber, el procesar la realidad con capacidad racional, es un don infinitamente mejor que la ignorancia agostada por la ignorancia, voluntaria o forzada. Entender es el mejor camino para gozar, disfrutar desde el estado que nos permite elegir hacerlo en vez del que se realiza por no "quedarnos" otra opción. Una vez más cuesta imaginarse a alguien alegrándose por ser recibido con una "Lúcida Navidad!!"
Consciencia. La hermana interior de la anterior (perdón por la cacofonía pero es que me puede), Aquí sí que se proclama sin reservas mi admiración por el sentido de la vida plena que aportan las filosofías orientales y en especial el Zen, el viaje interior como único y absoluto método de recorrer el camino vital de los seres humanos. Somos en cuanto tenemos la plenitud consciente de que somos, de lo que somos para nosotros y para los demás, y por supuesto, de lo que realmente necesitamos y lo que no (el Corte me pone una bomba como difunda demasiado esta idea, nos sobra tanto de todo que tendrían que cerrar en unas horas si lleváramos esta idea donde se merece). La consciencia no es ascetismo necesariamente, precisamente es todo lo contrario, la percepción acertada de uno mismo recorre muchos más montes de aceptación que valles de renuncia, si somos, si realmente somos nosotros mismos, somos mejores y hacemos mejores nuestras relaciones y nuestros actos. Y no era algo así el sentido del deseo?, hacer más "felices" a nuestros congéneres y celebrar mejores fiestas?. En ese caso, soltémoslo sin recato:
Equilibrada, lúcida y consciente Navidad!!!! Sé que sueno a ONG pero me gusta. Y en todo caso si tengo que elegir entre las convencionales me quedo cien veces con el catalán: "Bones festes o Bon Nadal", prefiero desear bondad (algo bobo pero menos dormido) que felicidad.
Y el adjetivo es el aperitivo del menú, el plato principal es ese nombre propio tan cacareado que conmemora el apropiamiento que hace el poder sobre la fiesta esperanzada que los pueblos celebraban de forma natural, la llegada de la noche más larga que anuncia el tiempo nuevo. La navidad, el nacimiento del tipo que nos va a solucionar todos nuestros desarreglos... Yo tengo pocas cosas contra las creencias de los demás, allá cada uno con sus capacidades y sus incapacidades (eso sí, les desearé siempre equilibrio, consciencia y lucidez) pero las tengo todas contra las instituciones religiosas del color que sean. Una empresa que lleva milenios asesinando (genocidios en las cruzadas y en la conquista de las Américas, por ejemplo), consolidando las desigualdades sociales (no hacen falta ejemplos), discriminado a la mujer con todas las degradaciones posibles (apartada del poder en la misma organización, segregada a las tareas de reproducción y domésticas de forma exclusiva, ..), cometiendo las barbaridades más horrendas de forma impune (pederastia sistemática y organizada por doquier, oposición feroz al avance científico...) y en general, dedicándose a dar por saco en todo aquello que le parece o piensa que le restaría algo de poder, una empresa así merece toda mi repulsa y, obviamente, la tiene. Por eso no me sumo a la fiesta, mejor celebrar el solsticio de invierno como hacían nuestros ancestros y reunirnos con la tribu, la actual ha quedado reducida a la familia, y festejar el hecho de estar juntos. La iglesia nos monta el aparetaje más potente que se puede imaginar alrededor de una idea de normalidad de su propia existencia, en este mundo de mierda en tantas cosas y tantas de ellas mantenidas por la propia iglesia, celebremos que hace dos mil años que estamos bajo su influjo y su poder, rindamos pleitesía al tirano entre sonrisas programadas y escenificaciones prefijadas. El que se mueve no sale en la foto y se nos permite protestar un poquito pero no salirnos del guión, aquel que evade su cuota de corresponsabilidad fiestera es un freakie (me lo pido), un amargado o un loco. Y no, no es esto, como decía el buen Llach "No és això companys", seamos nosotros en la fiesta y en la no fiesta, recuperemos nuestro protagonismo frente a los hijos de puta que nos tienen por idiotas, hagamos de nuestras vidas aquello que queramos que sean sin atender a tantas proclamas normalizadoras que nos hacen más ciegos, más tontos, más útiles y peores. Por eso, aunque mis hijos no lo entiendan y mi abuelo tampoco lo hubiera entendido, en mi casa nunca habrá un decorama con personajes de la tierra mesopotámica en formación con el nombre de pesebre, un gesto bobo que me hace peor que el padre de mi madre, con el que unas pocas navidades disfrutamos tanto en la construcción conjunta de uno, cada año mayor y más complejo. El "Pepitu" era mucho más lucido, equilibrado y consciente que yo, y desde su ateísmo tranquilo sabía que no se puede ser tan pejiguero como un servidor, pero las cosas son así.
Podría estar horas despotricando de todo ello pero es que se me acaba el tiempo, hoy celebramos la Navidad en casa y tengo que meterme en faena!!! En realidad yo celebraré desde mi incoherencia original el solsticio y todo lo demás. Uno es uno dentro de su familia y se debe antes que nada a ello.
No puedo cerrar sin declarar mi asco absoluto a la coletilla "próspero año nuevo"... Eso??? eso es lo que nos deseamos?, más dinero? más cosas? más de lo mismo desde este rincón privilegiado y que a los miserables que les den? Asco de expresión!!!

martes, 20 de diciembre de 2011

La palabra es de ellas

En estos últimos días he tenido el inmenso placer de sumergirme de forma continuada en la lectura de tres novelas maravillosas, tres obras que guardan algunas conexiones entre ellas, algunas peculiares y otras menos, pero que sobre todo son tres libros espléndidos, que me han abducido con una intensidad similar y, sobre todo, de forma extrema. La primera circunstancia reseñable, y que se puede deducir del título del post, es bastante obvia, las tres autoras son mujeres. Afortunadamente para los lectores y para la humanidad en general, este hecho, que estadísticamente no es normal, no constituye una sorpresa excesiva, a pesar de los descerebrados que hablan de una literatura de mujeres, el arte no tiene sexo y no precisa de uno en concreto para ser gestado. La historia de la literatura está nutrida de suficientes escritoras como para descartar que el dato pueda resultar novedoso, por citar cifras relacionadas con su participación en la vida literaria, diremos que veinte de los ciento ocho ganadores del Nobel de Literatura, un premio que, como todos, junta basura con demasiada asiduidad, han sido mujeres. La cifra resulta bastante certera, nos habla de una presencia menor pero constante. Mi percepción particular, a pesar del título, es que hombres y mujeres tienen la misma capacidad narrativa y que el talento no tiene más condicionantes que el trabajo y la posibilidad de desarrollarlo.
Y porqué ese título entonces?, si no existen diferencias debería ser: la palabra es de todos, o alguna chorrada similar, pero no, resulta que las tres autoras son conyugues de tres autores, en los tres casos forman parte de un matrimonio de escritores y en dos de ellos, como sería de esperar en la sociedad machista en las que nos desenvolvemos, la fama de la familia se la lleva el varón. Huelga decir que la circunstancia es fortuita ya que la elección de la lectura se ha producido, en los tres casos, de forma casual y no relacionada entre sí. Es más, cuando estaba leyendo el segundo caí en la cuenta de que la autora también era esposa de escritor y al acabar la lectura del tercero, y con la tonta esperanza de que se produjera la misma circunstancia, me pongo a indagar datos biográficos de la novelista y me topo con otro marido literato, el título me viene rodado.
Un primer paso en el trío, gran novela
Pero lo que vincula de forma importante los tres trabajos no es el sexo de sus creadoras, ni su vida privada, lo que convierte en extraordinaria la experiencia es el altísimo nivel literario de las tres y unas constantes temáticas que intentaré desarrollar en la medida de mis capacidades. No hay una homogeneidad formal de ningún tipo entre los tres escritos, aunque las tres son parcialmente contemporáneas, y han producido obras de extraordinario interés, si nos aplicáramos a la fútil tarea de etiquetar las novelas por estilos literarios podríamos decir que andamos con una exponente del mejor realismo mágico iberoamericano, una representante de la gran tradición narrativa estadounidense del siglo XX y con una excepcional creadora de novela costumbrista-psicológica, pero si obviamos nacionalidades las etiquetas serían intercambiables con bastante solvencia. Son tres novelas que hablan de la locura, la soledad y sobre todo, de la familia, de ese campo de minas emocional que proporciona la estructura básica que la civilización nos ha impuesto.
Glosaremos las obras en el orden en que fueron leídas sin que ello signifique una jerarquía de ningún tipo,  las tres obras se han incorporado al catálogo de libros que pertenecen a la categoría de los que han de ser leídos por todas las personas que me rodean, qué mejor herramienta que una entrada en el blog.
... la sensación de que incluso si llegáramos a rescatar hasta los últimos retazos de una vida y los amontonáramos en una inmensa pila y luego los cribáramos cuidadosamente en busca de todos sus posibles significados, seguirían sin sumar una existencia completa.
Apenas estamos en los inicios de Todo cuanto amé (2003) y Siri Hustvedt ya nos ha capturado con su lento descubrir de la trama, el párrafo resaltado pertenece a los pensamientos del protagonista, otra coincidencia de los tres libros, que no es una mujer, es el historiador del arte judío, Leo Hertzberg. La novela arranca con el inicio de la amistad de Leo con Bill Wechsler, el pintor que es autor del cuadro que provoca estas reflexiones en la voz de Leo-Siri. El aviso es contundente, vamos a teorizar sobre lo abstracto con la ayuda del hilo, hilos, que la red de relaciones entre los protagonistas hará, harán, brotar. Vamos a sentir el goce y el dolor, el desarraigo y la complicidad, y sobre todo, la inmensa soledad que Siri propone como paradigma vital de la existencia, nos la muestra en el germen de la pareja y en su trayecto, en la preciosa amistad entre Leo y Bill, la escritora expone de forma muy lúcida su visión sobre el ser humano como ente social y no se deja engañar por los acontecimientos, somos seres solitarios que a veces tenemos la fortuna de conectar con otro ser igualmente solitario. Algún lector podría sospechar que la novela es un tocho arduo y farragoso a partir de esta presentación inicial, y nada más alejado de la realidad, la prosa de la Hustvedt es luminosa y ágil, contiene todas las virtudes que han hecho de la narrativa USA contemporánea una de las más excelentes del momento, hay más luz de Fitzgerald que de Faulkner (no todo podía ser perfecto), hay una gran historia que es mejorada por la calidad de la escritora. El subjetivismo narrativo nos permite sentir mejor el peso de la soledad citada y también nos hace estar mejor acompañados. La perplejidad ante la cualidad abstracta que se le antoja impercibible a Leo en el cuadro, y que le hace realizar la declaración consciente sobre la incapacidad última en conocer al otro, es uno de tantos momentos profundos que llenan el libro y en los que el lector se permite la pausa, aventura la reflexión y logra la excitación intelectual, no solo es un libro cuya historia te captura (que no es ni mucho menos poca cosa) es un viaje por el alma y sus lados sombríos.
Soledad.... y locura.
... pero la demencia se mide en grados, y en la mayoría de nosotros, en algún momento de nuestras vidas, incurrimos en ella de un modo u otro, percibimos su insidiosa llamada y la atracción de su caída.
La salud mental, sobre todo su falta, es una constante fiel en Siri. Ya comenté en una entrada anterior su rigurosa obra La mujer temblorosa o la historia de mis nervios (2009) y el rastro del interés que siente por ello tiene un peso considerable en la novela, el párrafo citado no proviene de un personaje enfermo, eso sería vulgar, el pensamiento lo desarrolla Leo ante los estragos que un comportamiento perturbado provoca en las vidas de algunos protagonistas. Lo realmente impactante de este aspecto del libro es el inmenso amor con el que es tratado el personaje que padece la enfermedad, que incrementa el descontrol en su desarrollo. La maestría narrativa de la novela nos permite convivir con la insanía con una intensidad muy potente y muy humana, no creo necesario aclarar que, como en todo texto de nivel, no hay buenos y malos, existen víctimas inocentes y víctimas detonantes pero nunca hay referencia a la maldad humana como fuente de las desdichas o avatares. Su limpieza moral, tan en la tradición de Hammett o Chandler, es lo más humano que se pueda concebir, el no recurrir a la demonización del personaje que hace que un protagonista se enfrente a sus demonios es uno de los valores más solidos sobre los que la novela se aposenta. La historia mantiene en todo momento un desarrollo perfecto, hay saltos necesarios para que no se entumezca la lectura y hay recreaciones pausadas de lapsos que se revelan imprescindibles para tomar aire y seguir viviendo con Leo, Erica, Violet, Bill o Mark, seguir su proceso vital y asistir al efecto disgregador que los días les provocan. Todo cuanto sucede es verosímil y existe un momento sísmico, inesperado, que amenaza con romperlo todo pero no es más que otro acontecimiento en la existencia de nuestros personajes leídos, porque de la misma manera que los sabios conocen y propugnan, el abismo es detenerse, la vida es moverse.
La mirada hermosa y profunda de una mujer excepcional, Siri
... Sy Wechsler fue la encarnación del anhelo jamás alcanzado por su hijo. Era una de esas personas que nunca llegan a estar del todo presentes en los acontecimientos de su propia vida: había una parte de él que siempre faltaba, y era esa cualidad ausente en su padre lo que Bill nunca dejó de perseguir, incluso después de su muerte.
Brutal. La pincelada que destaco sobre el tercer rasgo de la novela, la familia, es breve, pero desnuda con precisión de orfebre la terrible voracidad emocional que pueden provocar, y que normalmente provocan, las relaciones familiares. Todo cuanto amé es una aventura afectiva y el título ya lo muestra de forma rotunda, el amor de los personajes se extiende más allá de la familia, entendida con el patrón habitual de la misma, pero las minusvalías emocionales provienen todas ellas de las ausencias, de las incomprensiones, de los ritmos asincrónicos y de los desconciertos, que se han generado en los núcleos familiares de cada uno de los personajes. Para Siri la familia es el universo y a partir de él construye su realidad, tengo la impresión de que lo hace en su vida y por ello en sus obras no puede escaparse de recrear esta misma dinámica. Sus libros se pueblan de emigrantes de segunda o tercera generación que mantienen constantes referencias a abuelos, tíos y demás parientes, que construyen los retratos de sus relaciones a partir del puzzle que conforman todos ellos, sus personajes SON en cuanto pertenecen a un clan, la familia. Pero la visión sobre la misma no es edulcorada ni complaciente, recorre el texto un constante cuestionamiento sobre los lazos y las servidumbres que tanto mercadeo emocional provocan, la visión es crítica pero cautiva, saber no significa liberarse y a veces, incluso, el prisionero elige quedarse dentro porque ese es el entorno donde mejor modula sus opciones vitales, nada que la vida no nos muestre una y otra vez. La mirada de Bill sobre su padre es la de un sediento, la de Leo es la de desconcierto, otras miradas son de alternancia entre el dolor y el sorpasso. Es obvio que este blogero esforzadillo tan solo conseguirá que sus lectores se pregunten que significa todo ello, la respuesta es sencilla, se trata de leer esta preciosidad de vida que se llama Todo cuanto amé.
Los días que siguieron a la finalización de la novela de Siri los dediqué, como lector, a una novelita desengrasante y a proseguir La mujer temblorosa (una obra transversal que ha cruzado por varias lecturas, la finalicé a mitad de la novela que sigue ahora). Quería dejar pasar un espacio de tiempo antes de sumergirme en la relectura que me atendía, como cuando uno acaba de probar un bocado exquisito y se toma un respiro en la ingesta antes de hacerlo desaparecer con el siguiente.
... Estoy y estuve en muchos ojos. Yo solo soy memoria y la memoria que de mí se tenga.
En la primera página de Los recuerdos del porvenir (1963) la escritora mexicana Elena Garro nos apunta con el arma furibunda de su prosa arrebatada y no nos deja respirar hasta que la novela, cuando ya no queda más remedio, se acaba.
Una de las mejores novelas que jamás he releído
No quiero dejar pasar la oportunidad de adjudicar la responsabilidad de esta fabulosa relectura, la primera vez que ley Los recuerdos yo contaba con 17 tontos años y no supe ver todo lo que contenía la obra, la leí, la disfruté, y la archivé en el catálogo de "boom latinoamericano", hace un par de meses la excelente blogera que es Paz publicó una entrada http://elfaro-paz.blogspot.com/2011/10/los-recuerdos-del-porvenir.html que me hizo desear volver a leer el libro, o sea que ya sabéis, si mis palabras no os convencen pinchad en el enlace que ella seguro que lo hará. Gracias Paz.
El narrador de la novela es Ixtepec, un pueblo del sur de México, un espectador del tiempo en medio de las guerras cristeras que cabalgaron el país en la segunda mitad de los años veinte. Tampoco es una mujer la que da voz a las palabras.
...Los años han pasado y aquella inmensa noche en que velamos a la iglesia se aparece en mi memoria con la claridad de una luciérnaga; también como una luciérnaga se me escapa.
Los recuerdos del porvenir es una historia repleta de soledades; como en el libro anterior, la extraordinaria perspicacia de la autora revela la soledad absoluta de todos los que tienen voz en el libro, Ixtepec es uno más, y vive la soledad a partir de que se sabe existente solo a través de la memoria, cuando esta se extinga, el olvido lo apagará. Elena entra en las almas de algunos de los habitantes de la historia y desnuda sus desnudeces, la angustia que les provoca la distancia que el exterior a sí mismos les provoca, Isabel, cuando la adolescencia se esfuma, se sabe despojada de las únicas complejidades que mantenía con sus hermanos y el mundo se le revela como un terreno plagado de señales incomprensibles donde sus realidades no encajan. La pasión total que sufre el General Rosas no es más que otro símbolo perpetuo de soledad, no existe dimensión mayor para ella que el amor no correspondido, la prisionera física que es carcelera emocional y tirana de una historia que no pretende vivir. La llegada del extraño, Felipe, "Vino a por ella", a modo de coro griego esta frase recorre el pueblo, es el amante despojado que combate su soledad con la osadía del que no tiene nada que perder. La llegada de Felipe en medio del caos de violencia que asola Ixtepec, "La noticia de la llegada del extranjero corrió por la mañana con la velocidad de la alegría", un acontecimiento que hace prever cierto ruptura con la soledad, pero ésta es tenaz y no ceja en su abrazo.
Tanta sensibilidad en esta gran escritora!!
... En estos días era yo tan desdichado que mis horas se acumulaban informes y mi memoria se había convertido en sensaciones. La desdicha como el dolor físico iguala los minutos. Los días se convierten en el mismo día, los actos en el mismo acto y las personas en un solo personaje inútil.
Hay tanta demencia en el Ixtepec narrado que uno llega a la conclusión de que la pobre etiqueta de ·realismo mágico" adjudicada a la obra, y por extensión a la autora, los recuerdos es su primera novela, se acuña ante la evidencia de que tanto desvarío circulando en tan poco terreno necesita de la magia para poder ofrecer algo de subsistencia vital, y todo es tan real, toda la novela se traza a partir de episodios históricos, que el sello que luego quedaría casi en propiedad de García Márquez, parece casi obligado.
... Luchaba entre varias memorias y la memoria de lo sucedido era la única irreal para él.
Pero hay que dejarse de conceptos que encajonen un libro tan universal y libre como este. Elena halla locos en las locuras de sus personajes, en la mirada trágica, de la tragedia griega (con la que guarda poderosas similitudes), que utiliza para explicarnos a los personajes, y tal como afirmaba el personaje de Todo cuanto amé, todos hemos incurrido en mayor o menor grado en la demencia a lo largo de nuestras vidas. Su mirar profundo en las almas es el que destapa los desvaríos de los Moncada, del general, casi de todos excepto Julia, de la que poco de su interior se nos muestra, tal vez porque sea más detonante que personaje, tal vez porque Elena no quiere ahondar en un perfil demasiado próximo.
... oyó los rumores de la noche y se sintió asfixiada por el tiempo quieto que vigilaba las puertas y las ventanas de su casa. La voz de su hijo le llegó: Yo no quepo en este cuerpo.
La novela cuenta con un personaje reconocido como enfermo mental, Juan Cariño se cree el presidente y ama los diccionarios, el dibujo del tipo es preciso y como la mayoría de los habitantes de la novela, entra y sale de la misma sin acabar de irse ni estar del todo, el apellido con el que le crea la Garro define su forma de aproximarse a todos los locos de su libro. Ixtepec afirma "De todos los locos que he tenido, Juan Cariño fue el mejor", amor por la humanidad y maestría absoluta de la escritora. Finalmente la locura sublime de Isabel, loca del amor por estar loca de amor y rota por dicha locura...
 ... Desde niños estábamos bailando este día.
La novela gravita alrededor de la familia Moncada, los niños Juan, Nicolas y la niña Isabel. Desde los recuerdos de sus horas infantiles y el peso del tiempo que va anudando los vínculos que ni la muerte acallarán. En esta visión de la familia hallamos las antípodas de la visión anterior, Elena sabe de la capacidad de generar catástrofes que la institución conlleva pero la presenta como el único vínculo permanente entre la soledad demente de los seres humanos y el exterior. La casa sitiada de los Moncada en una parte de la novela es un perfecto símbolo de esta concepción de refugio y prisión afectiva.
... Sin el tictac, la habitación y sus ocupantes entraron en un tiempo nuevo y melancólico donde los gestos y las voces se movían en el pasado.
En las páginas de la novela nos encontramos más estructuras familiares, no sanguíneas pero también conchavadas en las fisuras de las relaciones familiares: La familia de las putas, la de las queridas, las familias que se dibujan con trazo preciso pero escaso en las cercanías de los Moncada. Ixtepec nos habla en la voz de las familias y en ellas se duele.
Los recuerdos del porvenir se me asemeja como un fresco extraordinario donde uno debe reconocerse para poder liberarse de soledades y locuras, es un legado más que hermoso de una escritora que no debe arrinconarse entre literatos menores con los que le hacen compartir corriente y que no puede ser conocida como la esposa de su marido.
... Todos los niños se rieron: un murmullo de risitas y grititos, como una ola de verano al alzarse sobre los guijarros.
Una portada "mejorable" para una obra inmejorable
La familia Pollit habita en la turbadora tercera novela a glosar y el descubrimiento y lectura de la obra también tiene un causante que es preciso revelar. Felipe Benítez Reyes es un escritor, que me descubrió a su vez Aída, que tiene un magnífico blog cuyo enlace se encuentra en el apartado de blogs que me hacen blogear. El día anterior a mi cumpleaños publicó la entrada http://felipe-benitez-reyes.blogspot.com/2011/09/christina-stead.html que recomendaba El hombre que amaba a los niños (1940) de la escritora australiana Christina Stead, yo no había oído hablar ni de la novela ni de la autora pero a partir del post de Felipe decidí autorregalarmela para mi cumpleaños y así lo hice, y la leí, mejor dicho devoré y disfruté de forma extraordinaria y por ello hablo de ella (como decía mi abuelo, cuando no tengas algo bueno para decir de alguien, mejor te callas). Felipe no solo recomienda el libro, además, lo prologa y he de reconocer que nuestras miradas sobre el texto son algo diferentes, él escribe un prólogo magnífico pero, evidentemente, no es el que yo hubiera escrito en algunos aspectos y son los que trataré de descifrar.
... Hay un extranjero aquí. El extranjero se llama odio.
La familia Pollit es un conglomerado alrededor del matrimonio formado por Sam y Henny, lo componen ellos mismos, los siete hijos, y familiares sirvientes que conviven temporalmente con ellos. Los miembros del grupo, todos y cada uno de ellos, están trazados con las pinceladas de la demencia. Si los personajes de las tres novelas se midieran en grados de insanía mental diríamos que Stead barre por goleada, no sólo los protagonistas principales, es que cualquier personaje del universo Pollit es un loco, y también un ser humano que trasluce su dolor. Sam es un dictador caprichoso y puritano cuya locura infantil tiñe de juego la existencia y con el juego se va hundiendo hasta niveles de miseria extremas, pero su tintura pinta sonrisas en las caras de casi todos sus hijos y con ellas va avanzando, éstos a medida que van creciendo le abandonan el afecto y buscan aire "sano". Los análisis sesudos sobre la novela y la autora fijan el personaje como el eco de la figura paterna de Christina, tal vez por ello es el personaje que más presencia tiene y el que menos habla interiormente, siempre hay mucho ruido y muchas palabras en su cabeza y en su boca, pero cuando cerramos el libro sentimos que es con el que menos hemos convivido.
... porque el Destino siempre le brindaba una lección, igual que el libro que cae abierto por una página específica, igual que el recorte de papel de periódico embarrado que arrastra el viento e incluso igual que el rótulo de una tienda podía contener un mensaje para él, porque para él el Mundo era sagrado y, cualquiera que fuese el mensaje, él no era de los que volvían la cara, sino que le sonreía, ya que pensaba que el Destino estaba de su parte.
Un loco, un charlatán hueco, una figura externa que se nos narra desde fuera y esto no sucede con Henny, la madre-madrastra. La perturbación de Henrietta, en eso coincido con Felipe, es terrible, es una mujer terriblemente arisca, con un odio hacia casi todo y casi todos, empezando por ella misma. Un ser que despelleja con sus comentarios a cualquiera que se ponga a tiro pero que cuenta con la adoración incondicional de los hijos. ....siempre haciendo cosas que para ella tenían un sentido muy privado. Era una bruja encantadora y desaseada. La bruja familiar. La autora sí que nos permite vivir en la mente, en la intimidad más absoluta de Henny y con ello nuestra empatía es tendente al máximo, sufrimos con ella en su incapacidad para ver, para percibir con lucidez que el dolor de la locura es el verdadero dolor que padece. Ella le achaca a Sam todas sus desventuras, y a los niños, y a veces a ella misma, pero su mal es la intensa perturbación mental que padece.
Lulu o Christine, en melancolía
... Hay una enferma entre estas paredes,
sé que está loca por las canciones que canta....
Louie, Lulu, Lulunena y unos cuantos nombres más creados por su padre Sam, es la hijastra de Henny, la preadolescente que Christine fue en parte y la verdadera protagonista de la novela, su demencia es fruto del desquerer de su madrastra, madre la llama ella y de la progresiva aversión que le produce el mundo paterno. Es un personaje tan maravillosamente dibujado, tan terriblemente desdichado pero con el que se viven de forma intensa las contadas alegrías que le suceden en la existencia narrada. Reconozco que gran parte del mérito de la obra se lo adjudico a esta autorecreación que la escritora construye con tanto amor, la niña escritora, gruesa y desgarbada que sueña con ser actriz, sueña con ser dramaturga, sueña con no ser ella misma y el sueño se troca en delirio haciendo aparición la insanía. Louie escribe en una obra de teatro que le regala-escupe a Sam: "Mi pecado es la soledad. Mi alegría también. Aunque es extraño que me sienta culpable en tu compañía."
Y de nuevo nos encontramos una historia repleta de seres aquejados de soledad. Los domicilios de los Pollit están abarrotados y las palabras de los mayores y los juegos y risas y riñas de los menores llenan las horas y los sitios, pero el trío protagonista es un trío de personas cuya vida transcurre en soledad permanente, casi nunca hollada. Sam parlotea y parlotea mientras ve como su discurso resbala sobre las mujeres de la casa, vence por autoridad machista pero no convence, se sabe solo en el empeño de creerse un gran hombre y muchas veces discursea para oírse y paliar su inmensa soledad.
... sus bromas y sus nombres cómicos salían de su boca con restos de herrumbre.
Henny, la señorita de buena familia venida a menos, y luego muy a menos, deambula por el libro sin apenas contacto con casi nadie, sola en su habitación tomando té tras té, sentada en su butaca haciendo solitarios, haciéndose trampas en sus solitarios, qué magnífica historia la de los juegos de cartas de Henny, no lo desvelaré para no restar el placer a los lectores de la novela pero al final de ese momento de naipes hay una escena en la que Henny da una de sus intermitentes muestras de lucidez y es muy bello. En la soledad de Henny hay colaboraciones externas, su progresiva ruina le conmina a endeudarse con todos y eso la aisla, el devenir de la familia le aleja de sus parientes y eso la encierra más. Henny es la soledad creada por su locura y por su realidad, y tantas veces nos damos cuenta de que en soledad es cuando es mejor articuladora de su existencia. ... La suya era una amabilidad malhumorada, en pugna con sus peores sentimientos. Cuesta no amar a esa arpía huraña y esquiva, cuesta mucho. El aislamiento de Louie proviene del rol que Sam le otorga, es mujer y ya está dejando de ser niña y tiene que hacer las faenas de la casa, es hija suya y la maltrata para que Henny "tenga" que mimarla, es profunda y por ello debe ser espiada y controlada. Pero Louie encuentra en sus ensoñaciones alivio a la realidad, ya se sabe que el ensueño es sinónimo de soledad, en ningún momento encuentra con quien compartir su mirada hacia el futuro, con su amiga Grace hay atisbos pero no cuajan, Grace es demasiado "normal", con su adorada señorita Aiden el exceso de pasión crea una ilusión que se revela ficticia. Sola, solos en su devenir ... entre ellos no existían palabras inteligibles ... y uno de los mayores logros de la obra son los destellos de complicidad y comprensión entre ellos que suceden de forma escasa pero suceden.
...Incluso pensaba con ira en sus hijos: estaban devorando, ni más ni menos, su propia carne, igual que cuando los amamantaba.
Es preciosa la inserción al inicio del pensamiento de ese "incluso", Henny ama a sus hijos a su pesar, pero le repele la prisión que le construyen. Todos los Pollit son personas con un sentido familiar muy profundo, es la unidad social que les confiere sentido y personalidad, las relaciones fuera de ella son muy escasas y no mantienen ni una pequeña parte de la intensidad de las familiares. Unos y otros respiran en familia y son conscientes del ahogo que les comporta, tal vez el menos familiar sea Sam puesto que su voluntad de llenar la casa de hijos tiene un sentido más sectario que familiar, pero también es nadie fuera de ese entorno. Lulu, mi tesoro, solo tiene una objeción a la familia, quisiera que fuera otra donde sentirse hija y no marciana, en las temporadas que pasa con familiares se descubre menos propensa a su retraimiento y crece deseosa de ser algo más que el estorbo útil en el la convierten. Una vez más en los tres libros el concepto familia es el más potente y es en esta novela donde se muestra de forma más rotunda el inmenso poder destructor de esta unidad social. La estrechez de los lazos deviene mimbres de la soga donde asfixiarse y tan solo la luminosa y cantarina presencia de los seis menores aporta un hálito positivo al grupo. Christina-Lulu tan solo quiere que exista la parte cómplice y armoniosa, ambas saben de la otra.
Ha sido un viaje impresionante por tres libros muy diferentes y con los que yo he querido "jugar" con sus similitudes tan solo como excusa para hablar de ellos y recomendarlos de forma encarecida.
Antes de cerrar unos datos pertinentes:
Paul Auster es el marido afortunado de Siri Hustvetd, el gran Octavio Paz es el conyugue privilegiado de Elena Garro y el, para mí desconocido, y William J. Blake es el marido ennoblecido por Christina Stead. Tres literatos de distinto fuste y de reconcimiento dispar, pero los tres podían decir en sus casa que la palabra era de ellas, el único que lo ha dicho es Paul Auster (de ahí descubrí a Siri) y el reconocimiento es para él aunque sea para indicar lo evidente.
Todo cuanto amé está editado por Anagrama y fantásticamente traducido por Gian Castelli.
Recuerdos del porvenir está editado por 451 editores y obviamente no está traducido.
El hombre que amaba a los niños está editado por Pre-Textos, prologado por Felipe Benítez Reyes y impecablemente traducido por Silvia Barbero.
Los tres se encuentran sin excesiva dificultad en las librerías ya que son ediciones recientes.
Gracias Paul, Paz y Felipe

jueves, 15 de diciembre de 2011

Hijas de los intocables

Hace más de quinientos años aparecieron por los Pirineos unos exilados que eran descendientes de algunos de los habitantes expulsados, generaciones atrás, del Punjab y el Sinth.  El colectivo pertenecía al pueblo Romà, que corresponde a la denominación culta de los gitanos, y se "integraban" en la casta inferior en el sistema hinduista, lo que es lo mismo que decir que estaban fueran del sistema de castas. Su "etiqueta" es la de intocables y no debe confundirnos la acepción occidental del término, los parias en el Indostán se pueden tocar sin ninguna dificultad, lo que pasa es que no debe hacerse porque son impuros, muestra de ello es que una de las actividades exclusivas y destinadas a ellos era la de encargarse de los excrementos de personas y animales con las manos desnudas.
Cuerda y metal desde siempre, vagabundos desde hace unos tiempos
Las invasiones de los ejércitos del Islam en el siglo IX, y sobre todo la ocupación que realizan los ejercitos mogoles en el XII, los echan de forma casi definitiva de sus hogares en el actual Pakistán, y con ese éxodo se inicia el mito del gitano errante, ya que a pesar de su modo de vida inicial está dotado de una cultura doméstica sedentaria, los años en el camino los convierte en nómadas, y esta nueva circunstancia acaba convierténdose en un signo de identidad. Los sucesivos intentos de aposentarse en diferentes regiones del planeta fueron abortados y nuestros protagonistas finalizaron su periplo en Andalucía, estableciéndose allí de forma permanente. La historia de unos perdedores como estos no sería muy novedosa ni original, si no se diera la circunstancia de esa héjira indostaní formó una de las corrientes musicales más relevantes de la tierra. Este grupo de personas pusieron la semilla con sus cantos primigenios en el Flamenco, el arte de Camarón, Chacón o Mairena, por citar tres gargantas privilegiadas. Esto es  lo que sostiene Anoushka Shankar y en la contraportada de su último disco Traveller (2011) nos da unas pinceladas sobre ello.
La hermosura hecha sonido, cuerpo, tiempo, mensaje
Siempre he sentido que la música oriental, y en este caso, la india me conectaba de forma muy precisa al planeta, no sé si será la diferencia en la estructura tonal que es modal o a la antigüedad que avala sus sones, pero lo cierto es que la afinidad personal con la música que emana el sitar fue instantánea, desde que escuché el On the corner (1972) del maestro Davis con el sonido del sitar eléctrico (en aquella época todo Miles era eléctrico) me quedé enganchado para siempre, la primera noticia del sitar llegó de forma masiva a occidente de la mano de George Harrison, en el 65 incluyó algúnos sonidos tocados por él en Norwegian wood, y con la figura de Ravi como estandarte pero a mí esa procedencia me resultó sospechosa hasta que supe desvincularla del guitarrista.
Bajo esta portada tan poco prometedora se encuentra mi primer sitar
El estallido de la música modal que llegaría con el Kind of blue (1959) ya había educado los oídos occidentales a esta "nueva" estructura musical de improvisación a partir de las escalas y con el acontecimiento que representó el concierto por Bangla Desh del donde participó el Pandit, ya había tocado en el Monterrey pop festival en el 67 y en Woodstock en el 69, en poco tiempo la música india y el sitar se convirtieron en presencias habituales, aunque nunca masivas, de los mercados occidentales.
La querencia por la fusión es una constante en la trayectoria de la espléndida sitarista, formada por su padre, el mito del sitar por antonomasia, desde muy niña. Lleva la mitad de su vida (tiene 30 años) como músico profesional y el trabajo de este año es el sexto de su discografía, yo ya lo había incorporado hace un par de meses pero no lo había podido oir ni una vez, la sobrecarga de novedades, las escuchas para las entradas del blog y el azar lo habían impedido y cuando compramos las entradas para su concierto decidí dejar la primera escucha para después, con la intención de acudir a la presentación del álbum con los oídos "vírgenes" y así dejar que el directo me impactara sobre un lienzo sin ecos anteriores.
La entrada de la Pau Casals, dentro espera el estallido
Como decía la fusión musical forma parte del bagaje habitual que esta extraordinaria instyrumentista mantiene, tan solo en su primer trabajo, Anoushka (1998) y algo menos en el segundo Anourag (2000) se muestra como una música clásica india de corriente carnática. Esta impronta es deudora de la inmensa admiración que siente por su padre (el titulo de la biografía que escrive de Ravi es Bapi: The love of my life) y la constatación de que los largos años de adiestramiento han dado sus frutos, una muestras más de su saber hacer, antes de lanzarse a la heterodoxia se debe dar muestras de dominio de  la ortodoxia más exigente. El camino de la fusión es constante pero tranquilo, los discos siguientes van incorporándola, en Rise (2005) se incorpora una solea y algún tema más occidentalizado, el Breathing under water (2007), quizás su disco menos excitante en su conjunto pero con algunos detalles fantásticos, el principal es el dueto de sitars con Ravi en Oceanic, partes una y dos, un tema precioso cantado por su hermana Norah Jones y la constatación definitiva de que un disco de Anoushka ya no va a ser nunca una muestra de música clásica india. Y llegamos al Traveller, una joya absoluta del "falso" mestizaje y el disco que presentó el día 13 en el Auditori.
No podían hacerse fotos, las prisas en la despedida no dan para más
El concierto constituyó una asombrada y feliz experiencia para MiMaría y para mí, de principio a fin se produjo de nuevo aquello que pasa en los grandes conciertos, la alegría de hacer música se desbordó del escenario y en las sonrientes caras del público se palpaba el goce. Para empezar estaba anunciada una actuación de una telonera, Sandra Carrasco, que presentaba su disco homónimo de reciente lanzamiento, y con una puntualidad perfecta salieron al escenario Melón Jiménez (guitarra) y el Piraña (cajón) para preceder a la cantaora.
Sandra se presenta como un grupo que va a ofrecer una muestra de su disco y como ¡miembros del grupo de Anoushka!, Uau... La cosa promete y más cuando comprobamos la solvencia de los tres instrumentos, Sandra posee una voz profunda, con la amplitud de registro que exige el género y con el duende imprescindible, Israel, el Piraña, ama su cajón y es correspondido (qué imposible es hacer sonar este instrumento enlatado, en directo es un dios y en las grabaciones apenas se disfruta!) y Melón tiene los dedos prestos para el flamenco andalusí que nos ofrecen, tres canciones hermosas que se pasan en un suspiro, la felicidad en el rostro de mi pareja es el sello garante del éxito, aún no ha empezado lo que hemos venido a vivir y ya vivimos.
La luz sobre Anoushka
Apenas veinte minutos más tarde de la salida de los Carrasco, se ilumina el escenario y contemplamos los sitios dispuestos, en el centro el bellísimo insturmento protagonista, el sitar de Anoushka, a su derecha los isntrumentos de percusión que manejará Pirashanna Thevarajah y al otro lado los de viento y cuerda de Sanjeev Shankar con el shehnai destacando (a pesar de haber tocado también con Ravi no me consta que sean familia), también se observan un micro, el cajón y un espacio para el guitarra. Aparecen Pira y Sanjeev segundos antes que Anoushka. Entre el mitigar de los aplausos ésta se presenta y anuncia que va a interpretar dos ragas clásicas como inicio del recital.
Suenan las dos piezas encadenadas y la magia se instala en la sala para no dejarla hasta el final, las ragas han sido muy dulces, casi intimistas, apenas algo de tabla (Mridangam)
El mridangam
y el dulce fondo de la tambura para acompañar el suave punteo de Anoushka. y a partir de ese momento se suceden las entradas y salidas de los músicos sobre el escenario, el recital inicia la parte de presentación del Traveller y se incorpora el trío de Sandra, los seis están un par de canciones en los que la voz de la Carrasco vuela sobre el sitar, Sanjeev nos alumbra con el maravilloso sonido del shehnai (la traducción del nombre de este característico instrumento es el de "flauta de los reyes" o "rey de la flauta", con eso ya queda dicho todo), el Piraña y Pira se calientan los dedos en el golpeo y Melón juega con Anoushka a los punteos y contrapunteos, el diálogo musical es muy fluido, no hay dos tipos de música, solo hay la belleza de los sonidos en armonía.
Shehnai y tablas
Se van a descansar los indios y queda el sitar con el trío nacional, los sonidos se aflamencan y la Shankar demuestra que el punteo no es un tesoro exclusivo patrio, sus dedos surcan los trastes y la guitarra le responde con el rasgar alegre, música hermosa que brota de la tierra y que nos eleva, una y otra vez, vuelve Pira y nos ofrece unos pasajes de kanjira acompañadas del cajón y algún chasquido de platos. Cambios y más cambios, tan solo Anoushka permanece todo el tiempo sentada en el centro del escenario mientras se van produciendo casi todas las variaciones posibles, la guitarra suena oriental y el sitar flamenco, la voz de Sandra recita en salmodia de raga entre el metal de Sanjeev hace el contrapunto mediteráneo.
La kanjira, hermana de nuestra pandereta
Un concierto con un breve intermedio para que descanse la hermosa india y que se evapora en un suspiro, hace nada que nos acomodábamos y ya está. Ya está?, el público se planta y exige un bis a pesar de que la actitud de la banda no hacía presagiar que lo hubiera, el recital tiene la forma conceptual alrededor del disco y ya había sido interpretado, pero Anoushka surge de nuevo para sonreirnos y soltar un gracioso: Uff Barselona!!! (que se podría taraducir por: "vaya energía que tenéis") y entonces nos dice que va a interpretar una de las ragas favoritas de su padre, pero, ¿quién sabe quién es mi padre? (risas de los que la entendemos y corteses aplausos de los que no), el cierre es impecable, una melancólica raga que nos deja en la noche, más felices y reconciliados con la vida.
Moorsings, con moneda para captar el tamaño
Llego a casa y  me pongo a escribir la entrada mientras escucho por primera vez el Traveller, de entrada los créditos apabullan, el productor y uno de los guitarristas es Javier Limón (para indicar el nivel del muchacho es el que se encargó también del Lágrimas negras junto a Trueba), el otro guitarra en el Habichuela (lujazo), al piano y cocomponiendo la muy especial Bulería con Ricardo, Pedro Ricardo Miño, con las voces de Duquende y Concha Buika en otros cortes. La escucha me produce un efecto curioso, debido a las horas el volumen ha de ser tenue y el contraste con la música que tengo en la cabeza me hace posponer el recorrido por todo el disco para poder saborearlo en condiciones (de ahí el retraso de la entrada ya que quería colgarla la misma noche). La ocasión para ello llega al día siguiente y entonces puedo disfrutar sin limitaciones de la excepcional obra que firma Shankar.
El gatham, un sonido especial
Todo el disco es excelente, muy bueno y hay algunas piezas que son aún mejores, la ya mencionada Bulería con unos diálogos tremendamente vitales entre las cuerdas del piano y de la cítara (el sitar no es "otra" cosa que una cítara india) que no dan tregua al alma ni a los sentidos, el sentir que las palmas dan todo el conjunto es extaordinario. Antes de ese segundo track la rumbita indostaní Inside me que nos canta Sandra ya nos ha puesto en vereda, las cuerdas del sitar parecen de guitarra española y me hace recrear el elegante y veloz juego de dedos que disfruté la noche anterior, las manos de Anoushka jamás descansan, cuando no está recorriendo el mástil las ondula marcando los tiempos y en todo momento son un elemento más de la hermosura que ofrece.
Sigue Krishna que presenta la vocalista Shubha Mudgal en el disco y al flautista Ajay Prasanna, ambos, sobre todo ella, reputadísimos instrumentistas en la India, la flauta de Ajay nos emboba mientras Shubha nos lleva a oriente, al oriente mítico y eterno, el tema está escrito por Ravi y musicado por su hija, los Shankar en la creación nos regalan un instante mágico.
esa mirada tan bella nos lleva de viaje
Pero el álbum no descansa ni decae, un poema de Amir Khusrau del siglo XIII, musicado por Javier y Anoushka nos permite disfrutar de la aportación de una voz de oro de todos los tiempos, Duquende, el apadrinado por Camarón y cantaor que Paco de Lucía se lleva a sus giras, el tema lo bordó Sandra en el Auditori pero Duquende nos hiere con esa letanía Farsi: Si no puedo verla, no puedo verla pensarla y soy feliz... La tempura de Kenji Ota acuna el melancólico y nervioso sitar, una joya brutal que se incrusta en la piel con desmesura. Dancin in the madness es un tema instrumental, sitar, mridangam, percusión del Pira y taconeo de Farruco con la danzarina de Bahrata Natyam Mythili Prakash, Anoushka percute las cuerdas y el cuerpo te pide perderse en un baile.
Anoushka, Javier, Pepe (Copyright Bernardo Doral)
Otra mirada que nos lleva, Sandra nos embruja
Y aún estamos en el corte quinto!!! La calma llega con la belleza de un diálogo soñado, guitarra y sitar en el Boy meets girl, Habichuela encuentra a Anoushka, o se cita con ella, mejor dicho. Melón brilló en directo y el Habichuela deslumbra enlatado, uno respira y se estremece con la fiereza calma de las cuerdas en charla, el tema esta coescrito por ambos y es sencillamente perfecto. Me atrevería a decir que es donde más se logra la captura del espíritu de los intocables que fueron expulsados de las tierras, el sonido hiela la sangre por la perfección conseguida, casi se oye respirar a los intérpretes. La voz de Sandra nos arranca de nuevo en un tiempo medio: Yo no tengo una puerta donde llamar, yo no tengo... es Kanya y en ella brota el espléndido sonido del gatham, qué bien sonó en directo y que potente nos acompaña ahora. La pieza que da título al disco es otro instrumental rítmico donde al sitar le habla esa curiosa herramienta musical que en la India se conoce por moorsing y que yo siempre he asociado al Country. Ritmo para preceder a más ritmo, Sanjeev Chimalgi compone la música, junto a Javier y Anoushka Ishq, y canta un poema Farsi del siglo XV que nos vuelve a indostanizar entre tanpura y sitar. Un poema de la sitarista es la siguietne pieza, traducida por Javier le pone un regalo a la voz de otra experta en el mestizaje, Concha Buika, susurra y nos mece, la percusión de Pira, kanjira y gatham y la guitarra de Javier completan el grupo de compañeros del sitar. Bellísimo. Y llegamos a las dos piezas finales, una intensa raga, Bhairavi, con el trío básico: sitar, tabla y tanpura, ese escenario donde Shankar es emperatriz absoluta, pero se le nota el viaje hasta aquí y hay duende en los punteos, hay un cerrar el círculo, la mirada se ha enriquecido, el cielo está más cercano.
Gracias hija de los intocables
La despedida es una enésima muestra de gusto exquisito. Lola's lullaby, una nana para poder dormir y seguir soñando en vivir en el mundo que Anoushka Shankar nos regala.

Ayer las hijas de los intocables nos tocaron el alma desde los escenarios, hoy la hija del maestro nos cura.